Ayer leía en “Cinco Días” un articulo titulado “54 euros al mes a cambio de nada: laespléndida paga de los padres españoles a sus hijos”. Este llamativo titular se justificaba en el documento “Adolescentes 2013: hacia una correcta formación y autonomía en el consumo”, elaborado por Keepunto y la Universidad Complutense de Madrid y presentado recientemente.
El informe analiza, desde una perspectiva académica, la forma en que los adolescentes están asimilando las transformaciones producidas en la sociedad intentando dar explicaciones útiles para conocer y comprender mejor su realidad. Uno de los factores esenciales analizados son los gastos realizados por los jóvenes y las fuentes de financiación que los sustentan. Los datos manejados indican que el 62,1% de los adolescentes no reciben asignación ni semanal ni mensual que les hagan responsables de la distribución de sus gastos y de su ahorro y van pidiendo dinero a sus progenitores según les va haciendo falta.
Adicionalmente, las encuestas realizadas para este estudio indican que casi el 70% de los adolescentes no tienen asignadas tareas que les hagan merecedores la paga que les ofrecen sus padres. Esto significa que la mayor parte de ellos reciben la paga independientemente de las tareas que realice en su hogar o de su desempeño académico. A pesar de todo ello los jóvenes consideran insuficiente el dinero que reciben graciosamente de sus progenitores. Demandan una media de 16 Euros semanales, siendo la paga media que reciben de 13,5 Euros semanales.
El informe reconoce entre sus conclusiones que los jóvenes son consumidores autónomos, hecho este positivo ya que supone su entrenamiento para algunas actividades clave del futuro que les aguarda. Sin embargo lanza una seria advertencia sobre las consecuencias nefastas de los hábitos que están adquiriendo al recibir una paga a cambio de nada ya que se fomenta una cultura que ignora el esfuerzo para conseguir sus objetivos por mérito propio.
En mi modesta opinión una paga mensual entre 10 y 15 Euros semanales me parece razonable para asignar a nuestros hijos. Es necesario para que adquieran experiencia de administración de sus ingresos y gastos. Sin embargo debe estar condicionada a la realización de unas tareas bien definidas y la consecución de los objetivos académicos correspondientes a sus circunstancias. Creo importante establecer por escrito, y dar a conocer a los hijos, las cuantías de sus pagas, los condicionantes para conseguirlas y las reducciones a que se verán sometidas en el caso de incumplimiento de las reglas fijadas.