Empecé a disfrutar de las viñetas de Forges a principios de
los años 70 del pasado siglo XX. Mi padre tenía en su trabajo algo de relación
con el mundo editorial y, gracias a ello llegaba todas las semanas a casa la
revista Diez Minutos. Todos la ojeábamos. Aparte de los consabidos temas de
actualidad y cotilleos, en cada una de aquellas revistas había una porción del
ingenio de Forges. Su colaboración consistía en reunir unos cuantos de sus
dibujos, casi siempre sobre un mismo tema, con los que llenaba una pagina
entera. Yo esperaba a que hubiesen pasado unos días y arrancaba esa página de
cada revista. Después la guardaba en una carpeta de cartón. De esta manera me
hice con una interesante colección temática del universo de los personajes de
Forges.
También recuerdo que, ya en la Universidad, se me ocurrió
llevar un día una de aquellas páginas cosechadas durante varios años. Por aquel
entonces Forges ya era muy conocido y admirado. Sin embargo no eran tantos los
que conocían sus primeros trabajos. Así que para unos cuantos de mis compañeros
ver la hoja que yo les mostraba resultó sorprendente. Cuando les dije que
guardaba cientos de aquellas páginas alguien sugirió que llevara una todos los
días y que la compartiéramos en algún rato libre entre clase y clase. Así lo
hice y más de una de aquellas hojas fue fotocopiada.
Desde entonces han pasado muchos años. Tantos que hace unas
pocas semanas Forges ha publicado un libro antológico, en el que recoge una
buena colección de sus mejores trabajos, con ocasión de su 50 cumpleaños como
dibujante. Medio siglo de historia. A lo largo de todo ese tiempo, Forges ha sido un fino observador de
la realidad de nuestro país y del mundo en el que vivimos. Este atento observador de la realidad la ha reflejado, de manera genial, con un sentido del humor y la ironía único y característico.
Siempre desde un punto de vista humilde, humano y solidario con sus
semejantes, compañeros en la aventura de la existencia en esta sociedad en la que nos ha tocado vivir. ¿Cuántas veces
hemos visto lo de “no te olvides de Haití” pegado a sus dibujos?
La gota que ha colmado el vaso determinando que hoy escriba
esta entrada en el blog ha sido la viñeta que se publicó ayer en El País
coincidiendo con el Día del Libro. El maestro Forges nos ha dejado a todos
boquiabiertos al imaginar como hubiese escrito Miguel de Cervantes su inmortal
Don Quijote en un tweet.