Estamos
bastante acostumbrados a ver películas de ciencia ficción ambientadas en el
futuro. Títulos tan diversos tanto en temas como en época de realización como
Barbarella, Blade Runner o MinorityReport centran sus argumentos en situaciones que se desarrollan en un futuro
más o menos remoto. Sus realizadores se vieron forzados a imaginar como serian
los escenarios, los trajes, las herramientas en tales circunstancias. Resultará
muy interesante, cuando se alcancen esos tiempos comparar la realidad de
entonces con lo anticipado por estos creadores cinematográficos.
De
momento, podemos hacer el mismo ejercicio pero comprobando hasta que punto se
han cumplido las “predicciones” realizadas hace un siglo. La Biblioteca Nacional de Francia tiene una impresionante
colección de grabados de 1910, realizados por Villemard, que en aquel momento
intentó adivinar como serian distintos aspectos de la vida en los alrededores
del año 2000. Partiendo de la tecnología disponible en los comienzos del siglo
XX consiguió una anticipación, en algunos casos muy notable, de algunos de los
avances disponibles en la actualidad como los trenes eléctricos monorraíles o
el uso de las teleconferencias.
En
la imagen superior, por ejemplo, un arquitecto controla robots para llevar a
cabo la construcción del edificio por él diseñado. Esa situación no es muy
distinta de la descrita en este articulo sobre el proyecto de los arquitectos
suizos Gramazio & Kohler para la incorporación de robots en sus trabajos.
En
1910 empezaban a aparecer distintos artefactos voladores. Partiendo de ellos,
Villemard imaginó grandes barcos voladores, anticipación de los grandes aviones
que realizan los viajes trasatlánticos, helicópteros como los que se observan
en la siguiente postal, y hasta bares aéreos para saciar la sed de los
arriesgados pilotos.
En
otro plano también resultaron proféticos los patines impulsados por gas que se
imaginan en la siguiente postal. Hace unos pocos años, según informaba larevista Wired, se intentó la importación en el Reino Unidos de unos artefactos
muy similares fabricados en China. Las autoridades británicas denegaron el
permiso de entrada alegando razones de seguridad y peligro para la salud
pública.
En
este enlace se puede admirar una buena colección de las imágenes creadas por el
ingenio e imaginación de Villermard. Su observación detenida puede ser
indicadora de la posibilidad de cumplimiento de las profecías futuristas que
hacemos en la actualidad.
Resulta muy interesante estudiar cómo nuestros antepasados anticiparon su futuro, que ahora es nuestro pasado o presente. Se ha dado en llamar "paleofuturo" a esta disciplina. Hay ya algunos blogs dedicados a este tema, que alcanzan tal prestigio que son acogidos por instituciones tan afamadas como el Smithsonian.
Resulta muy interesante estudiar cómo nuestros antepasados anticiparon su futuro, que ahora es nuestro pasado o presente. Se ha dado en llamar "paleofuturo" a esta disciplina. Hay ya algunos blogs dedicados a este tema, que alcanzan tal prestigio que son acogidos por instituciones tan afamadas como el Smithsonian.
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