En la actualidad hay una serie de recursos
tecnológicos que forman parte de nuestra vida cotidiana y son tan ubicuos que
en muchas ocasiones no somos capaces de concebir nuestra realidad sin ellos. La
televisión, los teléfonos móviles, las tabletas o los ordenadores personales
son algunos, entre otros muchos, dispositivos o aparatos que nos resultan
prácticamente imprescindibles para el normal desenvolvimiento de nuestras
tareas habituales. Sin embargo, todos estos artilugios no existían, al menos
con la abrumadora frecuencia actual, hace unas pocas décadas. Y desde luego
ninguno de ellos formó parte de la existencia de nuestros antepasados hace un
siglo.
Sin embargo, si nos fijamos por ejemplo en
los ordenadores, es posible trazar su historia y descubrir la enorme evolución
que han sufrido a pesar de contar con unas pocas décadas de antigüedad. Es
decir, podemos considerar que, a pesar de su juventud, los ordenadores ya
cuentan con suficiente trayectoria como para ser considerados desde un punto de
vista histórico. La existencia de museos de ordenadores es un buen argumento
para sustentar esta afirmación. Y la verdad es que no son ni uno ni dos los
museos existentes sino que ya tenemos una buena colección de ellos y, a medida que
pase el tiempo, estoy seguro que tal colección se incrementará. Atendiendo a
sus objetivos podemos agruparlos en dos grandes categorías:
- Aquellos que se orientan a la conservación e investigación de hardware y/o software utilizado en el pasado.
- Aquellos que se dedican a la educación, divulgación y entretenimiento.
Muchos de los museos tienen su origen
relacionado con alguna de las compañías que han ofrecido productos y/o
servicios relacionados con los ordenadores. En 1975 Digital Equipment Corporation inició un proyecto de Museo mostrando unos cuantos circuitos y
paneles de memoria en la entrada de su edificio principal en Maynard (Massachusetts).
Partiendo de esta base, en 1979, se fundó el Digital Computer Museum en un
edificio de Marlborough (Massachusetts). Con el tiempo aquella colección
inicial fue enriqueciendose hasta llegar a ser el actual Computer History Museum situado en Mountain View (California) que presume de ser el mayor museo
del mundo dedicado a la Era de la Información.
Esta posición de privilegio también la
reclama otro museo situado en Paderborn (Alemania). Se trata del Heinz Nixdorf MuseumsForum. Allá por 1977 se estaba celebrando el 25 aniversario de la
compañía Nixdorf Computer AG. Su fundador, Heinz Nixdorf, recibió como regalo una
colección de máquinas históricas. Esto le dio la idea de llevar a cabo las
adquisiciones necesarias para formar una colección de dispositivos relacionados
con las tecnologías de la información. Tras varias ampliaciones y traslados, se
construyó en 1996 un edificio exclusivo que hasta hoy alberga la siempre
creciente colección.
Mucho mas reciente es el Living Computer Museum. Fue inaugurado el 9 de Enero de 2006 presentando una colección reunida
por Paul G. Allen, co-fundador de Microsoft. Su intención era preservar los objetos que
les condujeran tanto a él mismo como a Bill Gates a fundar Microsoft. Este
museo tiene la particularidad de que todos los dispositivos que presenta han
sido restaurados hasta ser funcionales por lo que pueden ser observados en
funcionamiento real y, en muchos casos, manipulados para interactuar con ellos.
Mucho más modestos son los museos situados
en España. A diferencia de los antes citados, los museos españoles no están
asociados con grandes empresas sino con instituciones universitarias. Así el
Museo García Santesmases se encuentra en la Facultad de informática de la
Universidad Complutense de Madrid. La universidad Politécnica de la misma
ciudad dispone de un Museo histórico de la informática en su campus de
Montegancedo. En Zaragoza se encuentra el Museo de Informática Histórica
situado en el hall del edificio Ada Byron de la Escuela de Ingeniería y
Arquitectura. Quizá el ejemplo más notable sea el Museo de Informática del
edificio 1E de la Universitat Politècnica de València.
La mayoría de los museos disponen de
versiones online a través de las cuales es posible obtener información de de
sus fondos. Otras instituciones ofrecen a través de la red acceso a documentos
históricos relacionados con la historia de las tecnologías de la información.
Un buen ejemplo de ello son los IBM Archives.
Aquí se puede encontrar una lista con
referencias y enlaces a los principales museos de ordenadores tanto físicos
como virtuales.