sábado, 14 de junio de 2014

El arte de las presentaciones

En los tiempos que corren hablar de hacer una presentación induce inmediatamente a pensar en una serie de imágenes proyectadas sobre una pantalla y comentadas por un presentador. Hace ya varios años dediqué una entrada a comentar el daño, o el beneficio, que herramientas como powerpoint suponen para el enriquecimiento de una presentación. La idea central entonces expuesta consistía en enfatizar la importancia del fondo sobre la forma.

El objetivo fundamental de una presentación es transmitir ideas. Hay que enfatizar el término transmitir. Una presentación es un acto de comunicación entre el presentador y su audiencia. Si el presentador no tiene una idea que transmitir la presentación no tiene sentido. Todo lo demás es accesorio, es decir está al servicio de la consecución del objetivo fundamental.  No cabe ninguna duda que el uso de gráficos e imágenes sirve de ayuda para transmitir conceptos. Bienvenidos sean pues. Está demostrado que, si a la vez que oímos un mensaje, podemos leerlo la retención de la idea expresada aumenta.  Ahí está la justificación del uso  de herramientas tipo powerpoint.

Sin embargo, aquel que piense que la clave de una buena presentación radica en disponer de un buen conjunto de imágenes y textos de soporte se equivoca. Está confundiendo el fondo con la forma. Y en las presentaciones, al igual que en otras muchas cosas,  el fondo en prioritario y la forma secundaria. Cuando nos enfrentamos a la tarea de preparar una presentación nuestra preocupación fundamental debe ser cómo transmitir nuestras ideas de forma que puedan ser entendidas de la manera más fácil posible por la audiencia a la que están destinadas.

En 1984 Richard Saul Wurman y Harry Marks fundaron la conferencia TED (Technology, Entertainment, Design) que desde 1990 se celebra anualmente en California. Su misión es difundir ideas. Derivadas de este evento también se producen las charlas TED que, en mi modesta opinión, son ejemplo de excelentes presentaciones que pueden servir de modelo para todos los que pretendan realizar una actividad de este tipo. Desde 2006 las charlas TED están disponibles en su sitio web donde es posible acceder a más de mil presentaciones que cubren un amplio espectro de temas incluyendo ciencias, arte y diseño, política, educación, cultura, negocios, asuntos globales, tecnología, desarrollo y entretenimiento. Los conferenciantes siempre son expertos en la materia que tratan y entre ellos podemos encontrar al ex Presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, los Premio Nobel James D. Watson, Murray Gell-Mann, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, los fundadores de Google Sergey Brin y Larry Page y muchas otras personalidades como Jane Goodall, Malcolm Gladwell, Al Gore, Gordon Brown, Richard Dawkins, Bono o Mike Rowe.


Hay otro factor que es determinante para el éxito de una presentación: su preparación. Además de una buena idea que transmitir la preparación concienzuda es la clave del éxito de una presentación. Hay un ejemplo fascinante de cómo una buena idea, por simple que sea, puede ser transmitida en una fantástica presentación convenientemente preparada. Lo explica mejor que nadie Chris Anderson, comisario de TED, en este artículo publicado en el número de junio de 2013 de Harvard Bussines Review. Y la prueba de todo ello está en el resultado de un excelente trabajo que puede apreciarse en este video.

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