La Colección Masaveu, formada por el interés coleccionista de varias generaciones de esta destacada familia de empresarios, es una de las más importantes de España por su calidad y número. En la actualidad continúa creciendo gracias a la actividad desarrollada en los últimos años por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, fundada en 2006 y dedicada a la promoción del arte, la cultura, la formación y la investigación. Con la apertura de su sede en Madrid, un edificio reformado al efecto, presenta una selección de 117 obras de uno de los núcleos más interesantes de sus amplias y variadas colecciones: el de la pintura española del siglo XIX.
Francisco de Goya. Banderilleros (Suerte de banderillas) 1793. Colección Masaveu |
El recorrido, que arranca con Francisco de Goya y se extiende hasta el modernismo y el postmodernismo catalán, permite advertir la riqueza y variedad de las pinturas reunidas y conocer la evolución que tuvo lugar en el arte en aquel periodo. Los nombres de los pintores españoles más destacados están aquí presentes. La muestra se inicia con dos significativas obras de Francisco de Goya y Agustín Esteve, un retrato neoclásico de Zacarías González Velázquez y cuatro pinturas de Vicente López que evidencian su evolución desde las referencias al barroco tardío de su formación hasta las obras con tintes románticos de su última fase. Este periodo, el Romanticismo, está muy bien representado en sus focos principales: Sevilla y Madrid. En el primero, los retratos de Antonio María Esquivel y de su hijo Carlos María y las cuatro vistas de Manuel Barrón ponen de manifiesto la calidad que alcanzaron ambos géneros entre los artistas sevillanos. Los pintores madrileños también destacaron en el retrato, como se muestra aquí en las tres obras de juventud y de la primera madurez de su máximo exponente, Federico de Madrazo. Junto a él, la vena goyesca, vinculada a los cartones para tapices y a las escenas de guerra y de violencia del pintor aragonés, aparece excelentemente plasmada en las obras de Eugenio Lucas Velázquez. Las pinturas de género de Dionisio Fierros y Eduardo Rosales (con la recuperación de una relevante obra de este que se hallaba en paradero desconocido) revelan el interés que existió por las escenas de costumbres en el tránsito del Romanticismo al realismo.
Mariano Fortuny. Gitano apoyado en su burro, 1872. Colección Masaveu |
El siguiente bloque de la exposición concentra las numerosas corrientes que surgieron en el último tercio del siglo. En él tuvieron cabida tanto el género histórico (en el que destacaron Ignacio León y Escosura y Francisco Domingo) como el paisaje, verdadero cauce de renovación tanto en su vertiente realista (con Carlos de Haes, Agustín Riancho, Martín Rico, Mariano Fortuny y Luis Álvarez Catalá) como en la naturalista (con Aureliano de Beruete, Eliseo Meifrén, José Moreno Carbonero y Cecilio Pla entre otros). También las costumbres atrajeron la atención de los pintores, influidos algunos como Luis Menéndez Pidal por la tradición realista española del Siglo de Oro; otros, como los hermanos José y Luis Jiménez Aranda, por la pintura naturalista de Jules Bastien-Lepage; y algunos más, como José Villegas, Dionisio Baixeras y Fernando Álvarez de Sotomayor, centrados en la representación desenfadada y brillante de motivos relacionados con el ocio burgués.
Joaquín Sorolla. La familia de don Rafael Errázuriz Urmeneta, 1905. Colección Masaveu |
El corazón de la colección y siguiente bloque de la muestra lo conforman algunas de las numerosas obras de Joaquín Sorolla que alberga la Colección Masaveu. Precisamente esa diversidad ha permitido que se haya podido seleccionar un nutrido grupo de obras de primer orden que muestran casi todos los ámbitos de creación del pintor valenciano.
Hermen Anglada-Camarasa. La madrileña, 1913. Colección Masaveu |
Pero también está muy bien representada la renovación que siguió, como reacción, al triunfo de Sorolla a través de las obras de Darío de Regoyos (entre las que se encuentra la última pintada por el artista), Francisco Iturrino, Ignacio Zuloaga, Julio Romero de Torres, Evaristo Valle, Valentín de Zubiaurre y Juan de Echevarría. Esa vertiente renovadora, que destacó especialmente en el ámbito catalán, tiene un notable protagonismo dentro de la exposición. Así, el modernismo está encarnado en las figuras de Santiago Rusiñol, con cuatro pinturas representativas de toda su trayectoria, Ramón Casas, con tres, y Hermen Anglada-Camarasa, con diez, lo que le convierte en el segundo artista con mayor número de obras en la colección, las últimas ya de los años veinte y treinta. La exposición concluye con varias destacadas obras del postmodernismo catalán: cuatro escenas de gitanas fechadas entre 1901 y 1909 de Isidro Nonell y sendos paisajes de Joaquín Mir y Joaquín Sunyer.
La Fundación María Cristina Masaveu muestra a través de estas pinturas de la Colección Masaveu su voluntad por difundir el arte español del siglo XIX. Recuperadas en muchos casos de colecciones extranjeras, restauradas, enmarcadas y expuestas ahora con el mayor cuidado, sirven al propósito de dar a conocer el gran patrimonio de nuestro país a través de la expresión artística en la que más destacó, la pintura, en el periodo fundador de la modernidad.
Ramón Casas Carbó. Catalineta, 1898. Colección Masaveu |
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