martes, 24 de abril de 2012

Lewis Hine



No sé cuantas veces he utilizado ya en este blog la manida frase “una imagen vale más que mil palabras”. En esta ocasión creo que está plenamente justificada y espero argumentarlo suficientemente en los siguientes párrafos. Con un matiz de intensidad adicional. Si la imagen ha sido creada por un artista que la utiliza para conseguir avances sociales su valor claramente se multiplica. Esta circunstancia se da de forma muy evidente en Lewis Hine al que ahora menciono con ocasión de la exposición que recoge parte de su obra en las salas de la Fundación Mapfre del Paseo de Recoletos de Madrid.


Lewis W. Hine nació en 1874 en una pequeña ciudad de Wisconsin. La muerte prematura de su padre forzó su entrada temprana en el mundo laboral. Con los ahorros obtenidos, financió sus estudios de sociología en las Universidades de Chicago, Columbia y Nueva York. Llegó a ser profesor en la escuela de Cultura Ética de esta ciudad, donde comenzó a utilizar la fotografía como recurso educativo. Se trasladaba con sus alumnos a la isla Ellis, en la entrada del puerto de Nueva York, para fotografiar a los inmigrantes que llegaban. Entre 1904 y 1909 realizó más de 200 placas documentando el drama de la emigración. Esta experiencia le convenció de las posibilidades del uso de la fotografía como palanca del cambio social.


En 1906 empezó a trabajar para la Fundación Russell Sage, fotografiando la vida y las gentes de los distritos de Pittsburgh, en Pensilvania, dedicados a la fabricación de acero. En 1908 se unió al NCLC (Comité Nacional del Trabajo infantil) y durante una década fotografió y documentó la utilización de niños como trabajadores en la industria norteamericana, ayudando a la NCLC en sus esfuerzos por erradicar tal práctica.


Durante la primera Guerra Mundial fotografió la actividad de la Cruz Roja americana en Europa. Luego, durante varios años, sus fotografías mostraron la contribución humana al desarrollo industrial. En 1930 fue contratado para documentar la construcción del Empire State Building en Nueva York. Sus fotografías de los trabajadores en posiciones de riesgo mientras elevaban la estructura de acero del rascacielos se hicieron mundialmente famosas. Para obtenerlas Hine asumió en muchas ocasiones los mismos riesgos que los obreros que fotografiaba. Durante la gran depresión nuevamente trabajó para la Cruz Roja y para el Gobierno documentando la vida en las montañas del este de Tennessee. Más tarde colaboró con agencias gubernamentales en proyectos sobre el estudio de los cambios en las distintas industrias y su efecto en el empleo.


La exposición ahora en Madrid recoge ejemplos de muchas de estas etapas de su trabajo como fotógrafo, y documentalista, apoyándose en la colección de negativos e impresiones de Hine que atesora la George Eastman House, una de las instituciones que mas obras conserva de las realizadas por este famoso fotógrafo. 

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