viernes, 10 de agosto de 2012

Curiosidad en Marte

El pasado 6 de agosto, a las 7:32 , hora española, El vehículo robotizado Curiosity aterrizó en la superficie de Marte. Se coronaba así, con éxito, la odisea de esta maravilla tecnológica que fue lanzada al espacio el    26 de noviembre de 2011 mediante un cohete Atlas V 541. “Bienvenidos a Marte”, ha sido el saludo del director del centro responsable de la misión del Curiosity, Charles Elachi. Pocos minutos después han llegado las primeras imágenes al centro de control en California. Son en blanco y negro y de escasa calidad, pero demuestran que los equipos han llegado en estado correcto para realizar sus cometidos. Para celebrarlo, los ingenieros y científicos de la misión han estallado en aplausos, vítores, lágrimas, abrazos y euforia generalizada.

Toda esta tensión tiene su origen en el suspense creado en la última fase del viaje conocida como “Los siete minutos de terror”. Se trata  de una seria de complicadas maniobras con ingeniosos procedimientos y dispositivos, que tienen como objetivo situar suavemente el robot sobre la superficie de Marte partiendo de un estado de entrada en la atmosfera del planeta a una velocidad de 20.000 Km. Por hora. En este video se explica con todo detalle el proceso del descenso. “Los siete minutos del terror se han convertido en los siete minutos de triunfo”, manifestó el director científico de la NASA, John Grundsfeld. A través de Tweeter, cientos de miles de seguidores han sido informados de cada eventualidad de la maniobra del descenso hasta que, finalmente, este mensaje ha confirmado la llegada exitosa a la superficie de Marte.

En las primeras imágenes que ha enviado el Curiosity  tomadas con una cámara gran angular se aprecia el horizonte de Marte en el cráter Gale, en un entorno rocoso, lugar donde ha aterrizado el robot. El vehículo tiene que desplegar sus equipos antes de enviar buenas fotografías en color, lo que puede tardar varios días. Además, los técnicos ya han avisado de que, al ser una nave muy compleja, pasarán semanas antes de que empiece la misión propiamente dicha, tras comprobar exhaustivamente el funcionamiento de todos sus instrumentos.

El Curiosity es el vehiculo  más complejo que haya llegado jamás al suelo de Marte en el que se han volcado la mayor capacidad tecnológica disponible actualmente. Nunca se había hecho algo tan arriesgado y difícil en Marte como esta maniobra de aterrizaje. La transmisión de las señales enviadas, que tardan 13,8 minutos en llegar a la Tierra a la velocidad de la luz, supone otro alarde de la ciencia y la tecnología. Para lograrlo ha sido necesario sincronizar las orbitas y antenas de dos satélites de la NASA (Odyssey y MRO), situados desde hace varios años en la órbita de Marte. Todo el esfuerzo y los recursos implicados en esta misión tienen cuatro objetivos fundamentales que deben ser cumplidos en los próximos 23 meses: Determinar si existió vida alguna vez en Marte, caracterizar el clima de Marte, determinar su geología y prepararse para la exploración humana de Marte.


Aunque se trata de un logro básicamente norteamericano, los directivos de la misión Curiosity de la NASA han elogiado la cooperación internacional demostrada en el proyecto y concretamente la participación española, que se ha reflejado en la aportación de la estación meteorológica de que va dotado el robot. Este componente ha sido desarrollado por el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA). Además, la antena de alta ganancia del Curiosity, todavía sin desplegar, es obra de las empresas EADS CASA y Sener y en la maniobra de aterrizaje ha participado la Estación de Robledo de Chavela (Madrid), operada por INTA, que forma parte de la Red de Espacio Profundo de la NASA.

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