jueves, 3 de mayo de 2012

Adiós Britannica, Adiós


Me compré al Enciclopaedica Britannica en 1980. Llevaba menos de un año trabajando en mi primer empleo “definitivo” y constituyó una de las primeras adquisiciones que hice con los ingresos obtenidos. Fue alcanzar uno de mis sueños. Hasta entonces había consultado muchas veces la Britannica en las bibliotecas y estaba familiarizado con su manejo. Pero disponer de ella en todo momento, en mi casa, siempre a mi alcance era un gran logro. Los primeros días la consultaba a todas horas, ante la más mínima duda sobre un concepto. Y nunca me defraudaba. Todo estaba allí.

Desde su nacimiento, a finales del siglo XVIII, la Británnica tuvo como objetivo tanto ser un libro de referencia como proporcionar material didáctico para los estudiosos. A partir de la publicación en 1974 de la 15ª manifestó también la ambición de sistematizar el conjunto del saber humano. Siempre se le ha reconocido un elevado grado de excelencia. La revista TIME, por ejemplo, la denominó "Patriarca de la Biblioteca" al saludar la aparición de la decimocuarta edición en 1929.

 Los tiempos cambian. Y más aun en el ámbito del conocimiento estando como estamos en la “era de la información”. Hace unas pocas semanas Jorge Cauz, actual presidente de  Encyclopaedia Britannica Company, anunció ladiscontinuidad de la edición impresa de la obra. Se trataba del anuncio de una muerte muchas veces anticipada. En 1990 se alcanzó el máximo de colecciones vendidas en un año con 120.000 unidades. En 1996 tal número se había reducido a 40.000. Conscientes de la tendencia, los editores empezaron a utilizar el formato digital en CD-ROM en 1989 y lanzaron una versión online en 1994. La llegada de Internet y la velocidad en el cambio de los conocimientos determinaban que cualquier edición impresa empezaba a ser obsoleta en el momento de su publicación. Ya entonces se encontraron con la competencia de Encarta, lanzada por Microsoft en 1993. El gran competidor, sin embargo, fue la Wikipedia, que desde 2001 ofrece una ingente cantidad de información de acceso libre.

Britannica siempre ha tratado de diferenciarse  del resto de sus competidores apoyándose en su búsqueda de la excelencia. Para ello disponía de 100 editores profesionales que trabajaban sobre materiales elaborados por más de 4.000 especialistas en las distintas materias, incluyendo una abundante colección de Premios Nobel. Estos artículos son considerados generalmente precisos, fiables y bien redactados. Como consecuencia de ello Britannica ha sido ampliamente reconocida como la enciclopedia más erudita de todas las editadas en lengua inglesa. Este detalle de calidad y garantía es su sello de identidad que intentará mantener en sus versiones digitales a partir de ahora.

Pero, en mi  opinión, ya nunca será lo mismo. Para mí al menos, la Britannica siempre estará asociada con los 32 tomos que ocupan un lugar de honor en la estantería de mi casa. Creo, incluso, que a partir de ahora les daré más valor. Porque, con el paso de los años adquirirán la exclusividad de lo autentico y a la vez escaso. Casi serán como piezas de museo, testimonio de una etapa histórica ya superada pero muy valiosa.  

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