No
es la primera vez que trato este tema. En otras ocasiones he comentado la obra
de algún destacado compositor que cuyas melodías han acompañado películas muy
famosas. Hoy se me ocurre una reflexión sobre la importancia de la música en la
magia del cine. Siempre he considerado como paradójico que el cine empezara
siendo mudo. Parece más sencillo registrar la voz que la imagen. Pero la
historia nos dice que al principio las películas no llevaban banda sonora. La
tecnología utilizada entonces no lo soportaba. Bien, incluso entonces, el
silencio era incompatible con la proyección de la película y se recurría a
pianistas par que “acompañaran” la proyección con alguna melodía que no
desentonara mucho con las imágenes visionadas.
Luego
llegó el Cantor de Jazz en 1927 y todo cambió. La propia industria
cinematográfica nos ilustró sobre la revolución que supuso la llegada del cine
sonoro a través de Cantando bajo la lluvia, realizada en 1952 que, aparte de la
circunstancia ya mencionada, tiene meritos suficientes para ser incluida entre
las películas notables de todos los tiempos. Desde entonces el sonido ha
permitido que oigamos a los actores y el sonido ambiente, creando una sensación
de mayor realismo, pero también ha dado lugar al reforzamiento del mensaje
cinematográfico gracias a la música. Una escena romántica, o épica, o de
misterio lo es mucho menos si no cuenta con el acompañamiento musical adecuado.
Lo
curioso del caso es que en mucha ocasiones, cuando somos espectadores de una
película, ignoramos la música. Aunque sea responsable de buena parte de las
emociones suscitadas no entramos a valorar el mérito de sus autores. Yo me he
parado a hacer esta reflexión porque, por pura casualidad, acabo de ver la
noticia de la muerte en Londres de Robert Sherman. Seguro que a pocas personas
les dice algo este nombre. Hasta ayer yo me incluía entre ellas. Lo que me
llamó la atención de la noticia no fue el nombre del autor sino el de su obra.
Robert Sherman, junto con su hermano Richard, fueron los autores de la música
de Mary Poppins.
No
voy a extenderme en la lista de las obras de Sherman que aparece en los títulos
de crédito de un montón de películas y comedias musicales. Aquí pueden
encontrarse detalles de su vida, las obras realizadas y los premios obtenidos.
Muchos de ellos están relacionados con el universo Disney. Quizá simplemente se
me ocurre un pequeño homenaje a Robert Sherman mediante este enlace a una de
sus composiciones, dedicada a la ambientación de los parques temáticos y que
aun recuerdo de mi visita, ya hace bastantes años, a lo que entonces se llamaba
Disneyland Paris. Descanse en paz.
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