domingo, 11 de marzo de 2012

La música en el cine

No es la primera vez que trato este tema. En otras ocasiones he comentado la obra de algún destacado compositor que cuyas melodías han acompañado películas muy famosas. Hoy se me ocurre una reflexión sobre la importancia de la música en la magia del cine. Siempre he considerado como paradójico que el cine empezara siendo mudo. Parece más sencillo registrar la voz que la imagen. Pero la historia nos dice que al principio las películas no llevaban banda sonora. La tecnología utilizada entonces no lo soportaba. Bien, incluso entonces, el silencio era incompatible con la proyección de la película y se recurría a pianistas par que “acompañaran” la proyección con alguna melodía que no desentonara mucho con las imágenes visionadas.

Luego llegó el Cantor de Jazz en 1927 y todo cambió. La propia industria cinematográfica nos ilustró sobre la revolución que supuso la llegada del cine sonoro a través de Cantando bajo la lluvia, realizada en 1952 que, aparte de la circunstancia ya mencionada, tiene meritos suficientes para ser incluida entre las películas notables de todos los tiempos. Desde entonces el sonido ha permitido que oigamos a los actores y el sonido ambiente, creando una sensación de mayor realismo, pero también ha dado lugar al reforzamiento del mensaje cinematográfico gracias a la música. Una escena romántica, o épica, o de misterio lo es mucho menos si no cuenta con el acompañamiento musical adecuado.

Lo curioso del caso es que en mucha ocasiones, cuando somos espectadores de una película, ignoramos la música. Aunque sea responsable de buena parte de las emociones suscitadas no entramos a valorar el mérito de sus autores. Yo me he parado a hacer esta reflexión porque, por pura casualidad, acabo de ver la noticia de la muerte en Londres de Robert Sherman. Seguro que a pocas personas les dice algo este nombre. Hasta ayer yo me incluía entre ellas. Lo que me llamó la atención de la noticia no fue el nombre del autor sino el de su obra. Robert Sherman, junto con su hermano Richard, fueron los autores de la música de Mary Poppins.

No voy a extenderme en la lista de las obras de Sherman que aparece en los títulos de crédito de un montón de películas y comedias musicales. Aquí pueden encontrarse detalles de su vida, las obras realizadas y los premios obtenidos. Muchos de ellos están relacionados con el universo Disney. Quizá simplemente se me ocurre un pequeño homenaje a Robert Sherman mediante este enlace a una de sus composiciones, dedicada a la ambientación de los parques temáticos y que aun recuerdo de mi visita, ya hace bastantes años, a lo que entonces se llamaba Disneyland Paris. Descanse en paz.

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