Ayer tuve que viajar por cuestiones de trabajo a Barcelona. Hacía tiempo que no cumplía el viejo ritual de tomar el puente aéreo en uno y otro sentido en el mismo día. Y recobré alguna de mis costumbres, como elegir La Vanguardia como periódico para leer durante el vuelo. Me gusta La Vanguardia. Es verdad que ahora casi todos los periódicos están al alcance en cualquier lugar gracias a Internet pero, por alguna extraña razón me seduce mucho mas leer La Vanguardia en su formato tradicional, en papel. Quizá porque me traiga viejos y buenos recuerdos.
Ayer, ojeando el periódico me encontré con un artículo firmado por Josep Playà cuyo título me llamó la atención: “Sólo pienso en ti”. Empezaba diciendo “Sólo pienso en ti es el título de una de las canciones mas conocidas de Víctor Manuel”. La recordé al instante. Fue un gran éxito allá por el final de la década de los 70 (del siglo pasado). ¿Por qué ahora, treinta años más tarde, se recordaba esta canción? La respuesta se daba enseguida: se acaba de estrenar en Zaragoza un documental. Esta basado en la historia que inspiró la canción.
En 1978 corrió la noticia sobre la boda en Cabra (Córdoba) de dos discapacitados psíquicos. La celebración de este matrimonio tuvo que superar varios obstáculos, entre ellos la oposición del párroco del lugar. Víctor Manuel escribió su canción partiendo de esta historia como un himno a la determinación, a la resolución de dos seres por defender su derecho a compartir una vida juntos.
Los protagonistas de la historia se llaman María Luz y Antonio. Su matrimonio tuvo como fruto tres hijos, alguno de los cuales ha llegado a la Universidad. Antonio sigue viviendo en Córdoba junto a su esposa y trabaja como jardinero. María Luz rellena aceitunas. Ambos se sienten orgullosos de sus hijos.
La idea de realizar el documental sobre su vida surgió hace medio años en una ceremonia de la Fundación Crisálida cuyo objetivo es contribuir a la autonomía de las personas con discapacidad psíquica. María Luz y Antonio fueron invitados como ejemplo a seguir y Víctor Manuel, con ellos presentes en el escenario, cantó la canción que ellos le inspiraron. Es fácil suponer la emoción que se vivió en aquel momento que fue rubricado por una enorme ovación de los asistentes. El ansia de superación y la constancia no conocen límites.
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