domingo, 5 de diciembre de 2010

No ha sido una huelga

Ha sido un chantaje y un secuestro masivo. Estoy hablando de la situación absolutamente intolerable creada por los controladores aéreos españoles que durante 24 horas has paralizado toda la  actividad de tráfico aéreo en España. Como consecuencia de ello el Gobierno de España ha tenido que utilizar, por primera vez desde que se implantó la Constitución uno de los mecanismos previstos en la misma para enfrentar situaciones de emergencia: la declaración del estado de alarma. Los controladores han sido sometidos a la autoridad y las leyes militares.

Ayer por la noche oía en la radio gimotear a una controladora de Baleares porque las autoridades militares, junto con la policía y la guardia civil,  le habían obligado a trabajar. Consideraba esa situación intolerable. Sin embargo aparentemente no tenía en cuenta quién había provocado que esa situación tan “lamentable” para ella se hubiera producido. Ni tampoco tenía en consideración los miles de casos de situaciones cientos de veces más incómodas que la suya determinados por una decisión colectiva de unos privilegiados que, de manera insensata, han jugado con la vida y la libertad de cientos de miles de ciudadanos.

Algunos de ellos ya están ejerciendo sus derechos para reclamar la reparación de los daños causados. Leo en el periódico que el bufete de abogados Cremades & Calvo Sotelo interpondrá una demanda contra el colectivo de controladores en representación de mas de 2000 afectados.  Un Socio del citado bufete declaró: "Estas personas se están agrupando para iniciar una reclamación contra los controladores aéreos, contra su patrimonio personal y contra sus compañías de seguros" porque entienden que actuaron "a sabiendas de que causaban un grave perjuicio a miles de pasajeros".

Asimismo las asociaciones de consumidores están tomando iniciativas para presentar otras reclamaciones colectivas de afectados. Se dan consejos a los mismos para hacer acopio de documentos que demuestren los gastos incurridos como consecuencia de la irresponsable actuación de los controladores.  Quizá como consecuencia de todo ello se produzcan en el futuro interminables procesos judiciales que, ojala, hagan sentir a los culpables al menos una parte de los daños que han causado. Porque lo que nunca podrán reparar, aunque pierdan su trabajo y su patrimonio, es el daño psíquico y moral que han causado a tantísimas personas. ¿Y el tiempo? Si hay algo  insustituible es el tiempo. Cada ser humano dispone de una cantidad limitada del mismo para vivir. Cuando alguien nos roba un rato de nuestro tiempo, de nuestra vida, nos quita algo irreparable. ¿Cuántos millones de horas de tiempo han robado los controladores a sus victimas?

Curiosamente mi primera entrada de este blog estuvo dedicada a los controladores. Ya entonces, hace cuatro meses, era previsible (hasta pude hacerlo yo) que no sería posible alcanzar con ellos acuerdos satisfactorios y que habría que recurrir a medidas mas contundentes. Pero era difícil imaginar que un conjunto de personas sensatas y racionales pudieran llegar al nivel de insensatez e irracionalidad que han demostrado con sus actuaciones de las últimas horas.

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