Liberté, Egalité, Fraternité. El gran lema de la Revolución francesa. El comienzo del reconocimiento de los derechos humanos, de la igualdad entre los seres humanos, de la defensa de su libertad, de la solidaridad entre unos y otros…
La idea de Europa. El ideal de un continente unido capaz de competir en condiciones ventajosas en un mundo globalizado. El bastión de la cultura, la historia, el patrimonio heredado…La integración de todos los estados nacionales en una sola identidad supranacional. Una legislación común. La armonización de las principales magnitudes y técnicas para conseguir una convergencia hacia estándares comunes y criterios homologables.
Pero ¿se puede entender Europa sin contar con los mayores estados que la conforman? ¿Se puede entender Europa sin Alemania? ¿O sin Italia? ¿O sin España? ¿O sin Francia? Todos los países europeos aportan sustancia a Europa pero no cabe duda que los países mas poblados son los que mas contribuyen a la Unidad Europea.
¿Se da el caso de algún país que deporte a sus ciudadanos, por muy anti-sociales que sean sus acciones? En épocas coloniales algunos condenados por determinados delitos eran expulsados a ultramar. No recuerdo ningún otro ejemplo que puede asemejarse a lo demandado.
Pues bien, Francia, la tierra de las libertades y de la defensa de los derechos humanos. Francia, núcleo de Europa, expulsa de su territorio de forma sistemática a ciudadanos de uno de los países miembros de la Unión. Seguramente hay algún tipo de razonamiento que pueda apoyar esta decisión. Pero suena tan extraño. Cuando tantas veces hemos comprobado que Francia es un país de acogida (en algunos casos hasta nos parece que se han extralimitado dando cobijo a determinados “personajes” perseguidos en otros países), ahora nos encontramos que las autoridades franceses dejan por escrito las instrucciones precisas para efectuar una cierta “limpieza” de elementos que consideran indeseables. Flaco favor al prestigio de Francia y al concepto de Europa.
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