domingo, 26 de septiembre de 2010

El nuevo START

Leo en la revista TIME un articulo sobre el nuevo tratado START entre Rusia y Estados Unidos. Está de actualidad porque en las próximas semanas el acuerdo alcanzado entre los negociadores de ambas partes debe ser  sometido al voto del Senado.

Todo empezó con la creación de la bomba atómica que demostró su poder destructivo al final de la segunda guerra mundial con la destrucción de dos ciudades japonesas. A partir de aquel momento se inició la carrera entre las grandes potencias para conseguir, no solo el arma atómica, sino la superioridad en el número de armas disponibles. Así se desarrolló la llamada guerra fría.

Entre los años 60 y 80 del siglo XX el número de cabezas nucleares en poder de la Unión Soviética y los Estados Unidos alcanzaron sus máximos con cifras  entre 30 y 40 mil unidades por cada lado. El poder destructivo de estas armas era tan enorme que bastaban para la aniquilación total no una sino varias veces. Los documentos, calificados entonces de altísimo secreto, que posteriormente han sido hechos públicos, desvelan la paranoia imperante entre los mandos militares de aquella época.

Hasta 1960 los arsenales nucleares del Ejercito, la Marina y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos eran independientes y sin ninguna coordinación. A partir de entonces se creó el SIOP (Plan operativo integrado) para articular una estrategia nacional para la guerra nuclear. En una ocasión, uno de los asesores del presidente Eisenhower se reunió con los expertos del SIOP y planteó un supuesto teórico. Eligió una ciudad rusa semejante a Hiroshima. En caso de guerra con la URSS  ¿Qué ataque esta previsto en el SIOP contra esta ciudad?, preguntó. La respuesta fue: una bomba de 4,5 megatones y tres de 1,1 megatones si falla la primera. En total 7,8 megatones. ¡Mas de 600 veces la potencia de la bomba que destruyó Hiroshima en 1945! Esa idea de redundancia de los medios para asegurar la destrucción de los objetivos era  la base para la dimensión descomunal de los arsenales nucleares.

El colapso de la Unión Soviética determinó el final de la guerra fría. Pero no la desaparición de las armas nucleares. Surgieron entonces los tratados START sobre reducción de armas estratégicas firmados en la década de los 90. El nuevo tratado, que se presentará próximamente al Senado de USA para su ratificación, es heredero de aquellos.

En la actualidad cada una de las partes conserva unas 5.000 armas nucleares. El resto de los países del mundo que disponen de este tipo de armas suman otras 1.000 entre todos. ¿Llegará un día en que desaparezcan todas ellas? El Presidente Obama ha definido un objetivo de 0 cabezas nucleares paro ha declarado este objetivo como de muy largo plazo. Será casi imposible que se alcance en las próximas décadas.

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