miércoles, 22 de febrero de 2012

Las mujeres, las primeras matemáticas de la humanidad


En Bruselas radica una entidad dedicada a la custodia y estudio de las colecciones de Ciencias Naturales de la nación belga. En su museo hay 30 millones de items.  Entre los muchos objetos expuestos en el Real Instituto Belga de Ciencias Naturales  se encuentra  un largo hueso marrón. Es el peroné de un babuino con un pedazo punzante de cuarzo incrustado en uno de sus extremos que probablemente fue utilizado para grabar o escribir. Lo encontró en 1960 Jean de Heinzelin de Braucourt  mientras exploraba lo que entonces era el Congo Belga,  en el área africana de Ishango, cerca del lugar donde nace el río Nilo. Recibe por ello el nombre de hueso de Ishango. Se asocia con la presencia de humanos primitivos hace unos 20.000 años en esta zona de África. Otros estudios afirman que esta sociedad tan sólo sobrevivió unos pocos cientos de años antes de quedar sepultada por una erupción volcánica.


Lo extraordinario de este objeto viene de la serie de muescas talladas, divididas en tres columnas, que abarcan toda su longitud. Las tres columnas de muescas están agrupadas asimétricamente. Los expertos deducen de este detalle que la herramienta era más bien funcional que decorativa. El hueso de Ishango pudo ser tallado para establecer un sistema de numeración. Por lo tanto la comunidad que lo produjo pudo haber sido una de las primeras sociedades en realizar conteos.

Se han realizado múltiples estudios intentando descifrar el significado de las muescas del hueso de Ishango. Alexander Marshack, apoyándose en las cantidades de muescas agrupadas y sus cadencias concluyó que esta antigua herramienta puede representar un calendario lunar de seis meses. Claudia Zaslavsky ha sugerido que esto puede indicar que el creador del instrumento fuera una mujer, estableciendo una relación utilitaria entre las fases lunares con el ciclo menstrual.

De confirmarse tales teorías, estos calendarios lunares constituirían el uso más antiguo de números conocido en la humanidad. John Kellermeier cree que es evidente que existe una relación entre el pensamiento cuantitativo y el reconocimiento de los ciclos de la Luna, los cuales están ejemplificados de manera más directa en la menstruación, aunque también tiene aplicación en la agricultura. Por esta razón es muy posible que sean las mujeres quienes hayan desarrollado las matemáticas más primitivas del género humano.

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