Hablar de las antípodas
siempre resulta emocionante. Los maravillosos paisajes de Nueva Zelanda se han
puesto de moda gracias a las magnificas localizaciones elegidas para servir de
escenario a las películas de la saga del “Señor de los anillos”. Entre las
muchas opciones que existen para disfrutar de estos paradisiacos lugares me
llegan noticias de un espectacular viaje en tren panorámico que une Christchurch
con Greymouth pasando por Arthurs Pass a
través de los Alpes del Sur en la isla sur de Nueva Zelanda.
Viajando hacia el
oeste se cruzan las llanuras de Canterbury. Luego, el tren asciende lentamente a través de los espectaculares
desfiladeros y valles fluviales del río Waimakariri hacia la localidad alpina
de Arthurs Pass. Tras una breve parada se desciende a través del túnel Otira hacia la costa oeste de la isla sur de Nueva Zelanda. Se atraviesan frondosos
bosques de hayas por parajes cercanos a Punakaiki y los glaciares Franz Josef y Fox.
Los vagones tienen calefacción central en
invierno y aire acondicionado en verano, con cómodos asientos reclinables o distribuidos alrededor de una
mesa para cuatro personas. En ambas configuraciones se disfruta de impresionantes vistas a través de grandes
ventanas panorámicas. Hay incluso un observatorio diáfano para tomar fotos de los
fantásticos escenarios que rodean el trazado de esta singular vía férrea.
Quizá el invierno sea
el momento más mágico de este lugar. En muchas ocasiones las copiosas nevadas
tapizan completamente de blanco el paisaje. Incluso las vías desaparecen bajo el
manto de la nieve. Pero esto no es obstáculo para el paso del tren. Bien el
contrario se produce otro magnífico espectáculo con la contemplación del convoy
avanzando sobre los raíles abriéndose paso entre montañas de nieve que ceden
ante el empuje de la potente locomotora. Merece la pena contemplarlo en este
video. He de confesar que hasta no verlo no me lo podía creer. Dan muchas ganas de salir corriendo al
aeropuerto, localizar un avión hasta el otro lado de la Tierra y contemplar en
directo tanta maravilla.
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