Parece difícil negar
el importante papel que la ciencia y la tecnología juegan en nuestro entorno. Por
medio de la investigación científica, la humanidad ha alcanzado una comprensión
cada vez más amplia y exacta del mundo en que vivimos. Multitud de aplicaciones de los conocimientos
científicos nos rodean en nuestra vida cotidiana haciendo que nuestra forma de
vivir dependa fundamentalmente de esos conocimientos. Esto significa que la
ciencia adquiere una dimensión social. Es por ello necesario que los avances científicos
sean conocidos en la manera más adecuada posible por la mayoría de la
población. Sin embargo, la enorme diversidad y especialización de las distintas
materias determina que buena parte de esta información sobre la actualidad
científica sea incomprensible para la mayoría del público en general. Podríamos
decir por tanto que la ciencia es una parte relativamente oculta de nuestra
cultura contemporánea.
Desde hace ya mucho
tiempo algunas personas singulares han tratado de llenar esta laguna. Me
refiero a los divulgadores. Su objetivo no radica en conseguir el dominio de
los temas científicos por la mayoría de las personas sino en dar una idea lo más
aproximada posible de los conceptos fundamentales cuidando de no deformar el contenido esencial.
Se trata de lograr que el público tenga una idea clara de los temas científicos
sin llegar al nivel de profundidad con que los manejan los especialistas. También es necesario informar sobre el proceso
de elaboración de teorías ya que la ciencia es un ente dinámico en permanente
evolución. El método científico es un factor esencial del desarrollo de la
ciencia por lo que asimismo debe ser entendido de manera generalizada. De esta manera, los esfuerzos divulgadores
pretenden la participación de la sociedad en el mundo de la ciencia de forma
activa y la inclusión de los conocimientos científicos en la riqueza cultural
de nuestra sociedad lo que sin duda es una necesidad de nuestros tiempos.
Veamos un caso concreto. Este vídeo es un buen ejemplo de esfuerzo divulgativo. Ha sido producido por el Real Observatorio de Greenwich. Pretende hacer entender los pasos que han seguido los astrónomos, a lo largo de la historia, para estudiar el universo en uno de sus aspectos más básicos: sus dimensiones. Partiendo de las mediciones de las magnitudes más cercanas a la Tierra, se explica de forma sencilla y atractiva cómo los astrónomos han ido ampliando el ámbito de sus cálculos hasta llegar a alcanzar la totalidad del cosmos. Se muestra por tanto el resultado pero también el camino seguido para alcanzarlo y se remarca lo imprescindible de los primeros pasos para llevar a cabo los sucesivos. Creo que es un magnífico ejemplo de lo que debe ser la divulgación científica.
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