Bromas con las matemáticas

Todos tenemos determinadas tendencias. Por las mas variadas razones. Por entorno, por formación, por aficiones. Una de mis tendencias, hacia donde suelo dirigir mi atención de forma natural es hacia las matemáticas. Ya he hablado varias veces sobre ellas y también sobre la importancia de las matemáticas recreativas en la enseñanza de esta disciplina, muchas veces incomprendida y algunas veces injustamente odiada. Hoy voy a hablar sobre las matemáticas tomadas a broma. O, para ser mas exacto, sobre una de las disciplinas matemáticas que resultan de mayor utilidad a la mayoría de las personas en el mundo en que nos ha tocado vivir. Me refiero a la estadística.

He encontrado un sitio que soporta una especie de blog dedicado a los gráficos. Se llama I love charts. En el se recogen aquellos gráficos, muchas veces de índole estadística,  que llaman la atención del responsable de este blog. Estoy seguro que los interesados en estos temas se quedarán un buen rato viendo algunas de las entradas porque son ciertamente notables.

A mi me ha llamado la atención especialmente una entrada titulada “Ben Greenman´s Museum of Silly Charts”. Este buen señor, editor del New Yorker, se dedica a inventar gráficas estadísticas de lo más disparatado. Por ejemplo dibuja un grafico de barras en el que la altura de cada una es proporcional al tiempo que ha tardado en colorearla. Obviamente cuanto más alta más tiempo tarda. No voy a describir cada una de sus ocurrencias. Lo mejor es echar un vistazo y descubrir el ingenio y la ironía que hay en cada caso.

Como conclusiones. Primero, el humor no tiene límites. Incluso en las cosas más serias y prosaicas el humor puede echar sus raíces. Y esta muy bien poner un toque humorístico a la vida. Porque tiene mérito. Segundo, hay que reconocer que para hacer estas bromas sus autores demuestran que entienden muy bien los conceptos matemáticos que las inspiran. Luego no se trata de burlarse de las matemáticas. Más bien es una nueva manera de aproximarse a ellas.

En cualquier caso, a mi me ha parecido un interesante ejercicio mental, casi intelectual. Mejor emplear en esto el tiempo que en leer las estupideces que dicen los políticos, sobre todo cuando están en campaña electoral, como es ahora el caso.