Allá por los primeros años del siglo XX, en Paris, Pablo Picasso, Juan Gris y Georges Braque pusieron las bases esenciales de un estilo pictórico que supuso la ruptura definitiva con la pintura tradicional. Otras tendencias previas ya se habían alejado de los cánones clásicos pero los artistas antes mencionaron rompieron con el último eslabón que les unía a los estatutos de la pintura renacentista vigentes todavía: la perspectiva.
Como siempre ha ocurrido, ocurre y ocurrirá con los innovadores, los críticos de la época los despreciaron sin ningún miramiento. Curiosamente, sin quererlo, contribuyeron a la difusión y, en definida, al éxito de las nuevas tendencias. En el caso que nos ocupa fue el crítico Louis Vauxcelles el que, queriendo menospreciar la obra de Braque, dijo de ella que parecía compuesta de pequeños cubos. De esta frase surgió la denominación del nuevo estilo. Desde entonces este movimiento fundamental de la pintura fue conocido como cubismo.
Este concepto ha sido fuente de inspiración para muchas generaciones. Y acabo de encontrar un nuevo ejemplo de ello. Cyriak Harris es un artista británico que se dedica a la animación con ordenador que ha alcanzado notoriedad por sus animaciones cortas surrealistas. En este trabajo se ha inspirado en las ideas cubistas para presentar el universo que nos rodea desde una perspectiva “cúbica”. Las imágenes son acompañadas por la canción True lovers del grupo neoyorquino Hooray For Earth.
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