jueves, 2 de junio de 2011

Demasiado joven para casarse


Hace ya muchos años que me suscribí al National Geographic. Al principio fundamentalmente por mi afición a la fotografía. Es de dominio público que buena parte de los mejores fotógrafos trabajan para esta prestigiosa revista. También es de sobra conocida la calidad de esta publicación especialmente en cuanto a los contenidos y la riqueza de las ilustraciones que los apoyan.

El último número de National Geographic incluye un reportaje que me ha impresionado vivamente. Escrito por Cynthia Gorney, reputada periodista y profesora en la Escuela de Periodismo Berkeley de la Universidad de California, describe las situaciones vividas en distintas partes del mundo por chicas, o mejor dicho niñas, que son forzadas a casarse siguiendo antiguas costumbres o tradiciones.

De la misma manera que desde nuestra perspectiva occidental  estos usos nos resultan tan extraños, algo simétrico ocurre cuando se invierte la visión. En muchas zonas de la India, por ejemplo, la mayoría de los matrimonios son acordados por los padres. El matrimonio es considerado no como la unión de dos individuos, sino como la unión de dos familias. Es por tanto incompatible con los impulsos del corazón de los jóvenes y requiere una cuidadosa y extensa negociación de los mayores. Por ello la simple idea de reconocer a los jóvenes el derecho a elegir a sus parejas es rechazada en algunas culturas considerándola un sinsentido. En tales entornos los chicos y chicas no pueden decidir ni con quien se casan ni donde van a vivir juntos basándose en sus propios deseos o voluntades.

El reportaje de National Geographic, además del texto de  Cynthia Gorney, se ilustra con una excelente colección de fotografías de Stephanie Sinclair, retratada a su vez por Andrea Bruce-Woodall en la foto adjunta. Difícilmente se podría haber elegido mejor. Esta periodista de la imagen, nacida en 1973, ha dedicado buena parte de su carrera a reflejar el fenómeno de los matrimonios infantiles, habiendo recibido por su trabajo en este campo numerosos premios y reconocimientos de máximo prestigio internacional. Sus fotografías aparecen en publicaciones como  The New York Times, Time, Newsweek, Stern, Geo, Marie Claire y, por supuesto en National Geographic. 

Esta realidad de nuestro mundo tan bien descrita por estas dos mujeres me ha hecho reflexionar. ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante ella? En algunos casos es evidente que hay que oponerse al abuso al que se ven sometidos estas jóvenes. En otros casos no es tan claro. Incluso en nuestra civilización, en otros tiempos, se daban costumbres semejantes. Pensemos en los matrimonios de conveniencia entre familias reales o de la nobleza. En sociedades que evolucionan a distintas velocidades ¿Tenemos derecho a imponer nuestros criterios? ¿Cómo es posible conjugar estas ancestrales costumbres con el respeto de los derechos humanos?   

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