miércoles, 13 de octubre de 2010

Crisis ética

Las consecuencias de la crisis económica en la que estamos todavía inmersos son tan devastadoras que requieren el mayor análisis y reflexión sobre las causas que la han provocado. Son muchos los estudiosos de la economía y la sociología los que están publicando sus ideas y opiniones al respecto. Como es lógico, las hay para todos los gustos y de todos los colores.

Desde hace unos meses, Michel Camdessus, ex Director Gerente y Presidente del Directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, recorre el mundo dando conferencias sobre su interpretación de la crisis. Acabo de leer un artículo suyo en el que detalla las ideas que apoyan su visión. Recojo en unas cuantas frases tomadas al pie de la letra lo que me parece es la síntesis de su línea argumental.

"Los principios de la economía sana se han equivocado en los últimos años. Esta crisis económica es, ante todo, un desastre ético". ”En los viejos tiempos, en el entorno rural, cuando en las aldeas tradicionales faltaban las referencias éticas, reguladoras e institucionales, quienes se apoderaban del pueblo eran los pícaros, los que robaban las gallinas. Es lo que ha ocurrido en la aldea global en la que los líderes se negaron a regular la nueva esfera financiera y, sin reglas ni conciencia ética, crecen las carencias".

"Sólo se puede explicar lo que ha ocurrido si los comportamientos están arraigados en un contexto cultural en el cual el culto al dinero provocaba ceguera colectiva, en un mundo en el cual todo se estaba haciendo mercancía. En las últimas décadas los países desarrollados han dejado instalarse una cultura del ganar más para consumir más. El hombre se había reducido a su función exclusivamente económica, el consumo se estaba haciendo destino y la codicia se hizo políticamente correcta y se apoderó de nuestra cultura colectiva"

“Es contrario a la ética otorgar prestamos arriesgados a personas cuya solvencia esta lejos de poder ser demostrada. Es contrario a la ética vender instrumentos representativos de créditos, sin hacer explícita su naturaleza, a los clientes sin informar a éstos de sus riesgos efectivos. Es contrario a la ética que las instituciones financieras no hagan sus propios análisis de riesgos y se fíen tan solo de las agencias de calificación. Es contrario a la ética que las agencias de calificación cuando se presentan ante los tribunales pretendan que su opinión sea de nivel prácticamente periodístico y que no se puede esperar de ellas mucha mas solidez en sus análisis”. 

“La crisis ha sido consecuencia de la reducción del ser humano a su función meramente económica y la transformación del consumo en su único destino. La codicia, de manera subrepticia, se hizo políticamente correcta y se apoderó de nuestra cultura colectiva. Todos nos sometimos a esta cultura a la que nuestros países se habían dejado arrastrar”.

“Es necesario reaccionar. No hay mayor fatalidad que el hecho de que nuestra sociedad continúe siendo consumista, materialista y avariciosa y que solo ofrezcamos a nuestros hijos como destino el consumo. Tenemos que reconstruir un sistema mas digno basado no solo en la responsabilidad, sino también en la globalidad, la solidaridad y la ciudadanía universal".

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