jueves, 14 de octubre de 2010

Cherchez la femme

Es una frase clásica. Según parece su origen viene de una obra de Alejandro Dumas padre. Pero su uso se ha generalizado para expresar la influencia que las mujeres tienen en gran cantidad de acontecimientos. Para bien y para mal. Hoy viene a cuento porque me ha sorprendido descubrir la enorme influencia que ejerció una mujer sobre uno de los grandes  personajes de la historia: Pericles.

Pericles es considerado por muchos historiadores como el mayor político de la Atenas clásica. Es descrito como un dirigente de talento inigualable. Un líder brillante y carismático que dirigió el destino de Atenas en los momentos más brillantes de su historia. Durante su mandato la democracia alcanzo sus mayores cimas y Atenas alcanzó sus máximos niveles de poder y prosperidad. Al mismo tiempo la ciudad se embelleció y se construyeron los grandes monumentos emblemáticos de la Acrópolis. Por si fuera poco, Pericles reunió en la ciudad un elenco de figuras artísticas, literarias e intelectuales que la convirtieron en el foco cultural indiscutible del mundo helénico.

Pues bien, al lado de Pericles, el gran hombre ateniense, hubo una gran mujer: Aspasia. Nació en Mileto hacia el 470 a. C. Desde muy joven recibió una sólida formación y fue conocedora de las obras de poetas y filósofos, especialmente las de Pitágoras. Se dice que ya en su adolescencia era un portento de belleza e inteligencia.  Hacia el año 450 se trasladó a Atenas, que era la ciudad más avanzada de su tiempo, atraída por el estatus que allí tenían las mujeres cultas. Vivían libremente y podían compartir las mismas inquietudes culturales y políticas que los hombres.

Aspasia debió de atraer enseguida la atención de Pericles. Encajó perfectamente en su círculo de amistades, algunos sofistas, entre ellos Anaxágoras. Tan es así, que el mismo Sócrates frecuentó su casa, y varios de los que la trataron llevaban a sus propias mujeres para que la oyesen. Su afecto por ella alcanzó cotas impensables dentro de las costumbres atenienses. Pericles se divorció de su esposa y convirtió a Aspasia en la primera dama de Atenas. Su máxima prueba de amor hacia ella se produjo cuando llegó a derramar lágrimas al defenderla apasionadamente en los tribunales cuando Aspasia fue llevada a juicio acusada de haber ofendido a los dioses.

Algunos autores han presentado a Aspasia como la maestra intelectual de Pericles, llegando a atribuir la habilidad oratoria de éste al entrenamiento al que fue sometido por ella. De una forma u otra, todos los testimonios disponibles reconocen la profunda y duradera influencia de Aspasia sobre Pericles, tanto en el ámbito afectivo como en sus ideas estéticas, retóricas y políticas.

Aspasia de Mileto ha pasado a la historia como una mujer realmente seductora e inteligente, gran y persuasiva oradora.  También como una mujer libre e independiente, de ideas avanzadas que logró acceder a un grado de influencia y notoriedad hasta entonces reservado únicamente a los hombres. Sus enormes cualidades aparecen mencionadas por reconocidos autores clásicos, como Platón, Jenofonte, Plutarco o Cicerón, quienes alabaron sus virtudes.

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