sábado, 2 de octubre de 2010

Los Picapiedra

Nunca deja de sorprenderme el talento y la creatividad. En todos los aspectos. Muchas veces ni tan siquiera somos conscientes de que están ahí. No nos acordamos de ello. Pero somos impactados por ello. El pasado jueves,  al entrar en Google -¿quien no usa Google al menos una vez al día?- el logo multicolor había cambiado. No es la primera vez que ocurre. Google suele aprovechar las efemérides de determinados acontecimientos para ilustrarlos gráficamente sustituyendo su marca, aunque asimilándolos a ella. No hace muchos meses la productividad de miles de empresas disminuyó porque Google incluyó como logo un mini-juego recordando el treinta aniversario del nacimiento de pac-man, el comecocos.

Como decía al principio, el pasado día 31 el recordatorio de Google era sobre los Picapiedra. Hace 50 años se estrenaba en la cadena ABC esta serie de dibujos animados. Me acuerdo de haberla visto cientos de veces. De pequeño, siendo niño, en blanco y negro. Incluso cuando no teníamos aún televisión en casa y convencíamos a mi padre para que nos llevara al bar de la esquina para ver la tele los sábados por la tarde mientras nos tomábamos un “Trinaranjus”. Entonces simplemente era una de dibujos divertida en la que Pedro siempre se aprovechaba del bueno de Pablo y siempre era pillado por Vilma en sus disparates.

Lo curioso de los Picapiedra, es que no solo gustaba, y gusta, a los niños. También a los mayores. La serie tuvo una vida larga y, además, ha sido repuesta en varias ocasiones. Esto nos ha dado la oportunidad de volver a disfrutarla desde otra perspectiva. Sin menospreciar en absoluto el talento necesario para divertir, hay que apreciar también el ingenio de los creadores para retratar y criticar la sociedad americana de la época “traduciéndola” a la época prehistórica. Los coches eran troncomóviles, la ciudad se llamaba Piedradura, los dinosaurios hacían el papel de perros… Pero las situaciones eran de la década de los 60. Los temas eran reales. Se criticaba el consumismo, se analizaban las relaciones de pareja, los problemas de la familia, las relaciones sociales.

Este conjunto de factores, esa acertada mezcla de diversión y reflexión fueron la clave del éxito de los Picapiedra durante varias décadas. Mucha gente opina que es, si no la mejor, una de las mejores series de dibujos de la historia de la televisión. Afortunadamente la imaginación sigue funcionando y los Picapiedra tienen dignos competidores y sucesores en este ranking. Nadie duda que en los últimos años el primer puesto lo hayan ocupado los Simpsons. Quizá todavía sean ahora los número uno. De lo que estoy  seguro es que los creadores nos seguirán sorprendiendo con nuevas ideas que nos ayuden a divertirnos y a reflexionar. ¡Bendita creatividad humana!

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