jueves, 10 de marzo de 2011

Currículo B

¿Hasta que punto esta afectando la crisis económica  a los jóvenes que buscan su primer empleo? Es fácil responder que mucho pero no es tan fácil cuantificar la respuesta. Si nos restringimos a los titulados universitarios, hay estadísticas que afirman que entre el 80 y el 85% de los recién titulados encuentran trabajo en menos de seis meses desde su salida de la Universidad. Esta cifra era del 95% hace cuatro años, antes del comienzo de la crisis económica.

Curiosamente, uno de los problemas a los que se tienen que enfrentar estas personas que buscan su primer empleo es el de la sobre-cualificación. La demanda de trabajo no es capaz de absorber los 200.000 titulados que proporcionan anualmente las Universidades españolas. Por ello, en muchos casos, los aspirantes se encuentran con explicaciones del tipo “estás demasiado cualificado para el perfil que buscamos”.

Muchas veces no es un problema do sobre-cualificación sino de alineamiento con el puesto de trabajo concreto al que se aspira. Las empresas ya no buscan un título universitario concreto, sino la persona que, independientemente de la formación recibida, mejor se adapte al perfil buscado.

También es cierto que muchas empresas quieren rentabilizar la inversión en formación que necesariamente deben realizar con los nuevos empleados. Contratar para un puesto de gestor de reclamaciones a un licenciado en derecho con dos masters implica un enorme riesgo de que en cuestión de meses este empleado encuentre un trabajo mejor y abandone su puesto haciendo que la empresa tenga que buscar a otra persona a la que nuevamente habrá que formar.

Este entorno obliga a los candidatos a adoptar una estrategia “Currículo B” que implica un alto grado de flexibilidad para adaptarse a las ofertas de trabajo disponibles. Muchos de ellos disponen de varios currículos que, sin ocultar del todo su historia, enfatizan unos u otros aspectos según los requerimientos del puesto al que se están presentando. Se ha llegado a dar el caso de una misma persona enviando, a un mismo proceso de selección,  varios currículos diferentes, usando distintas direcciones de correo electrónico, para aumentar sus posibilidades de ser “elegido”.

Todos los expertos coinciden en que la honestidad es crítica. Por ello los currículos deben ajustarse a la realidad. Tarde o temprano la falsedad de los datos será descubierta y ello siempre será negativo para el trabajador que ha logrado el puesto con un historial no verídico. Eso no significa que el aspirante no debe esforzarse por presentar un currículo atractivo visualmente y de fácil lectura. Tampoco hay que olvidar que, a pesar de las dificultades descritas, las personas menos cualificadas siempre tienen menos probabilidades de encontrar un empleo en un tiempo dado.

Haber realizado una carrera no penaliza en el mercado laboral. Sobre todo en una situación como la actual que requiere mejorar la productividad, para lo que la formación es imprescindible. Lo que ya no es cierto es que un título universitario garantiza un empleo con buen estatus económico. Es una condición adecuada pero no es suficiente. Cada vez es más necesario la formación y reciclado constante y la capacidad de superación cotidiana.

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