El otro día, leyendo un artículo sobre nuevos métodos educativos tropecé con un concepto nuevo para mí: los nativos digitales. Me puse a investigarlo y descubrí que el término fue inventado por Marc Prensky que en diciembre de 2001 publicó un artículo titulado Digital Natives, Digital Inmmigrants.
Prensky denomina nativos digitales a los jóvenes cuya vida se ha desarrollado completamente inmersa en la era digital. Situándolos con precisión en el tiempo, serían los nacidos después de 1980. Han estado rodeados durante toda su existencia por ordenadores, videojuegos, reproductores digitales de música, teléfonos móviles y otros juguetes e instrumentos de la era digital.
Para estos nativos digitales los juegos de ordenador, el correo electrónico, Internet, los móviles y los mensajes instantáneos son partes integrales de sus vidas.
Los que nacimos antes del advenimiento de la era digital pero, en algún momento de nuestras vidas adoptamos muchos de los aspectos de la nueva tecnología, somos inmigrantes digitales, en comparación con los auténticos nativos. Es bastante fácil descubrir a un inmigrante digital. Lo delata su “acento”. Como en estos ejemplos. Alguien que imprime sus mensajes de correo electrónico tiene bastante acento. Lo mismo que quien necesita imprimir un documento para corregirlo en lugar de hacerlo directamente en la pantalla del ordenador. También tiene acento el que llama a un compañero a su mesa para enseñarle un sitio web en lugar de enviarle la URL por correo. No digamos nada del que llama por teléfono para preguntar “¿Has recibido mi correo?”
Los nativos digitales están acostumbrados a recibir la información de manera muy rápida. Les gustan los procesos paralelos y la multi-tarea. Prefieren la información gráfica a la textual. Les gustan los accesos directos (como en el hipertexto) y las conexiones en red y prefieren los juegos al trabajo en serio.
En el mundo de la enseñanza se produce un autentico drama. Porque nuestros profesores, todos ellos inmigrantes digitales, hablando un lenguaje desfasado (correspondiente a la era pre-digital) tienen que enfrentarse con la enseñanza de unos estudiantes que utilizan un lenguaje completamente nuevo. Es necesario inventar nuevas metodologías para enseñar todas las asignaturas a todos los niveles. Y hay que apoyarse en los nativos digitales como guías para su desarrollo.
No significa que haya que sustituir las asignaturas tradicionales por otras completamente distintas. Lectura, escritura, aritmética, razonamiento lógico, historia del pensamiento, disciplinas del pasado, seguirán siendo parte del programa de aprendizaje. Pero los nativos digitales también necesitarán aprender disciplinas del futuro como software, robótica, nanotecnología, ingeniería genética sin olvidar sus consecuencias éticas, políticas y sociológicas. Estos contenidos de futuro resultan de especial interés para los nativos digitales, pero ¿cuántos inmigrantes digitales están preparados para enseñárselos?