sábado, 26 de febrero de 2011

Inteligencia única

Comúnmente se entiende por inteligencia la capacidad mental para entender, recordar y emplear de un modo práctico y constructivo, los conocimientos en situaciones nuevas. En 1997, Linda Gottfredson, profesora de la Universidad de Delaware definió la inteligencia humana como "una capacidad mental muy general que, entre otras cosas, incluye la aptitud para razonar, planear, resolver problemas, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y aprender de la experiencia. No es únicamente aprender de los libros, una habilidad académica limitada, o hacer bien los tests. Por el contrario, refleja una capacidad más amplia y profunda de abarcar lo que nos rodea".
La inteligencia es uno de los temas de estudio más importante de la psicología. Sobre todo durante el último siglo se han realizado importantes investigaciones sobre ella por parte de muy destacados científicos.  Alfred Binet y Théodore Simon desarrollaron a principios del siglo XX los primeros test de inteligencia. Partiendo de ellos el psicólogo alemán William Stern presentó en 1912 la idea del cociente intelectual que desde entonces ha sido utilizado sistemáticamente.
Los estudios posteriores sobre inteligencia derivaron en distintas teorías que parecían señalar la existencia de distintas categorías de inteligencia. Se basaban en la evidencia de determinados sujetos que, destacando enormemente en algunos aspectos, eran normales o incluso mediocres en otros, estando todos ellos asociados a la inteligencia.  Así Robert Sternberg, profesor de la Universidad de Yale, propone una teoría triárquica en la que se distinguen tres tipos de inteligencia:
·        Analítica, permite separar problemas y ver soluciones no evidentes
·        Creativa, para nuevas ideas y resolver nuevos problemas
·        Práctica, implicada en conseguir ajuste al contexto
Otra destacada aportación fue realizada por el profesor de la Universidad de Harvard, Howard Gardner con su teoría de las inteligencias múltiples. Según esta teoría no existe una inteligencia única, sino una diversidad de inteligencias que determinan las cualidades más significativas de cada ser humano. Gardner identifica ocho tipos de inteligencia:
·        Lingüística, capacidad para comprender el orden y el significado de las palabras en la lectura, la escritura, y también al hablar y escuchar.
·        Lógica-matemática, capacidad para identificar modelos, calcular, formular y verificar hipótesis, así como utilizar los razonamientos inductivo y deductivo.
·        Corporal y Cinética, capacidad para realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio.
·        Visual y espacial, capacidad para presentar ideas visualmente, crear imágenes mentales, percibir detalles visuales, dibujar y confeccionar bocetos.
·        Musical, capacidad para escuchar, cantar, tocar instrumentos.
·        Interpersonal, capacidad para reconocer y responder a los sentimientos y personalidades de los otros.
·        Intrapersonal, capacidad para conocerse a si mismo, plantearse metas, evaluar habilidades y desventajas personales, y controlar el pensamiento propio.
·        Naturalista, capacidad para observar, identificar y clasificar a los miembros de un grupo o especie, e incluso para descubrir nuevas especies. 
Finalmente es necesario citar a Daniel Goleman y su concepto de Inteligencia emocional que ha logrado traspasar el ámbito científico para convertirse en un fenómeno de masas con millones de ejemplares vendidos de su libro publicado en 1995. Según este autor, las características de la llamada inteligencia emocional son: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.
Sin embargo las investigaciones realizadas en la Universidad  de McGill en Canadá, publicadas recientemente,  parecen contradecir estas teorías y apuntar hacia la existencia de una inteligencia general. Mediante técnicas de neuro-imagen se ha establecido la relación entre el grosor de la corteza cerebral y la medida de la inteligencia. Estudios posteriores en niños y adolescentes indican que no parece que exista una colección de capacidades separadas, sino una  capacidad general (llamada g) que condiciona el rendimiento en las variadas situaciones en las que se usa inteligencia.
Parece muy probable que futuras investigaciones logren una síntesis que concilien las teorías basadas en las estadísticas de numerosas experiencias y las observaciones biológicas sobre el funcionamiento del cerebro.   

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