lunes, 22 de diciembre de 2014

Colección Abelló


Continuando la serie de exposiciones del CentroCentro Cibeles, bajo el título general “Mecenazgo al servicio del arte”, en la que se presentan grandes colecciones privadas, le toca el turno en esta ocasión a la reunida durante las últimas décadas del pasado siglo por el matrimonio Juan Abelló y Anna Gamazo. 

Se han elegido para esta muestra más de 160 piezas que ofrecen, en un único espacio expositivo,  un recorrido por cinco siglos de arte, del siglo XV hasta mediados del siglo XX, con piezas de pintura, escultura y dibujo. Su presentación pública, primera de su conjunto, permite compartir con el visitante el entusiasmo del coleccionista a la vez que pon en valor el papel que el coleccionismo privado ha tenido, y tiene, en España. La colección no se limita a periodos históricos, escuelas o géneros concretos sino que, aún siendo los testimonios españoles los más abundantes, son significativos los ejemplos de talleres flamencos, italianos, franceses o germánicos.

Edgar Degas. Después del baño
Resulta fundamental subrayar el esfuerzo que Abelló ha llevado a cabo desde el inicio de su colección para recuperar obras artísticas singulares del patrimonio histórico artístico español que, por razones diversas, habían  salido de nuestro país. Como ejemplo, mencionemos el Salvator mundi entre San Pedro y San Juan de Fernando Yáñez de la Almedina o el Joven gallero de Bartolomé Esteban Murillo. Abelló ha llevado a cabo una importante labor de recuperación de obras para el patrimonio español. También debe destacarse la inclusión de artistas con muy pocas obras en nuestro país, desde los vedutistas Canaletto o Guardi, a Francis Bacon u otros pintores clave de las vanguardias históricas. Finalmente hay que mencionar la importante presencia de la obra sobre papel, considerada en España hasta fechas recientes como menor. Como explica el comisario de esta muestra, Felipe Garín, ex director del Museo del Prado, “desde Francisco Pacheco, Pedro de Campaña o Bartolomé Murillo, con la adquisición del llamado Álbum Alcubierre, hasta el importante conjunto de Picasso, Van Gogh, Schiele o Bacon, entre otros, la exposición permite un recorrido singular de los dibujos paralelo al de las pinturas”. Se trata, en suma,  de una colección en la que siempre  ha primado el entusiasmo, el buen gusto y el acierto en el incremento de sus fondos, que continúa. A esto hay que añadir la permanente preocupación por su conservación y estudio, así como la generosidad en el préstamo temporal de obras para exposiciones cuando así se ha requerido.

La muestra comienza con un homenaje a El Greco, en el cuarto centenario de su fallecimiento, con la obra Estigmatización de San Francisco. Luego discurre a través de los siglos y los autores agrupando las obras en varios espacios temáticos.

Madrid, Villa y Corte 

Incluye lienzos, en su mayoría de gran tamaño, que reflejan escenas de la capital desde el siglo XVII hasta el XIX. En esta introducción a la exposición se pueden ver obras de escuela madrileña del siglo XVII, así como obras de  Giuseppe Canella (Vista de la Carrera de San Jerónimo y Vista del Paseo del Prado, entre otras),o La Fuente de la Cibeles, de David Roberts, con las que se produce un guiño realidad-ficción, al encontrarse los lugares y monumentos reales a escasos metros de la propia sala.

Del gótico al humanismo 


Recorre los siglos XV y XVI y presenta obras de, entre otros, Bernardo Serra, Jaume Baço Jacomart, Juan de Flandes, el Maestro de Artés, Pedro Berruguete y Lucas Cranach, autor particularmente querido por los Abelló. Además, esta sala alberga, según el comisario, “uno de los mayores placeres visuales de la exposición”, el Salvator Mundi entre san Pedro y san Juan, de Fernando Yáñez de la Almedina, considerada una obra maestra.









Cuando el hombre convierte la naturaleza en arte 

Zurbarán. La familia de la Virgen

Cuenta con obras del siglo XVII, tanto óleos como dibujos, de José de Ribera, Bartolomé Esteban Murillo, Francisco Pacheco o  Francisco de Zurbarán. Asimismo, conformando lo que el comisario califica “un espacio casi mágico”, presenta una completa serie de bodegones y floreros, muy apreciada por sus propietarios, de los artistas más representativos y reconocidos del siglo XVII: Miguel de Pret, con una de sus escasas obras firmadas, Bernardo Polo, Juan de Arellano, Pedro Camprobín o Antonio Ponce y su obra maestra Bodegón con jarrón de Talavera con flores, alcachofas y frutas.






Las vedute, Goya y su mundo 

Canaletto. El muelle de Venecia próximo a la plaza de San Marcos

Se adentra en el siglo XVIII. Esta sala alberga, entre otras, piezas magistrales de Canaletto y Guardi, y lienzos de Antonio Joli, que muestran cómo se traslada a Madrid y su entorno el estilo italiano de mediados del setecientos. En palabras del comisario: “un conjunto insólito en el coleccionismo español”. Incluye, además, dos retratos particularmente importantes de Goya, de don Martín Miguel de Goicoechea y doña Juana Galarza, sus consuegros, y un dibujo de la esposa del pintor, doña Josefa Bayeu que, como explica el comisario citando a Carducho, refleja como “el Dibujo es la perfección del Arte”.

Naturalismo europeo 

Amedeo Modigliani. El violonchelista. 1909
Cubre un espacio que va desde mediados del siglo XIX hasta los años veinte del siglo pasado, con un conjunto ecléctico que cuenta con obras de autores españoles como Mariano Fortuny, Ramón Casas, Hermen Anglada Camarasa, Aureliano de Beruete, Santiago Rusiñol, Joaquín Mir o Joaquín Sorolla, que comparten espacio en absoluta contemporaneidad con Pierre Bonnard, Toulouse-Lautrec, Van Gogh y Amedeo Modigliani.










Picasso y sus contemporáneos 


Juan Gris. El cazo

Alberga 14 piezas del genio español, entre óleos, aguadas, tintas y lápices, presididos por el excepcional  Desnudo sentado. Dialogan con él obras de Braque, Léger, Juan Gris y Matisse, junto con dos obras de su contemporáneo Salvador Dalí, Rostro invisible/Ruinas con cabeza de medusa y paisaje y el dibujo Retrato del padre del artista y su hermana.

De Miró a Francis Bacon. Historia y modernidad. 

En ella comparten sus dos amplios muros, por un lado, obras del siglo XX de artistas norte-europeos, que ponen de manifiesto el internacionalismo de la colección: Edvard Munch, Gustav Klimt, Vasily Kandinsky, Paul Klee, Kees van Dongen, Egon Schiele y George Grosz. Frente a ellos, una síntesis de la muy extensa nómina de maestros españoles de la abstracción de la segunda mitad del siglo XX, tales como Antoni Tàpies, Pablo Palazuelo o Manolo Millares, sin incluir los artistas vivos.

Finalmente, en los muros restantes, las obras de Joan Miró, referente obligado en el arte español del siglo XX, y, frente a ellas, Mark Rothko (Negro, rojo, negro). Como cierre, Francis Bacon (1909-1992): una temprana Composición de 1933, el Estudio de un retrato, el tríptico con los Tres estudios de retrato de Peter Beard y el espectacular Tríptico de 1983.

lunes, 15 de diciembre de 2014

La fragilidad del transporte aéreo



Volar se ha convertido en algo cotidiano. La aparición de las compañías aéreas de bajo coste ha puesto al alcance de la mayoría la posibilidad de situarse en pocas horas en ciudades hasta ahora inaccesibles para buena parte de la población. Como consecuencia de ello el número de vuelos se ha incrementado de forma espectacular saturando las infraestructuras aeroportuarias y los sistemas de control de tráfico aéreo.  

Al estar los recursos aprovechados casi al límite, cualquier incidencia tiene consecuencias desastrosas para el buen funcionamiento del sistema. El pasado día 12 de diciembre tuvimos una buena prueba de ello cuando un problema informático en el centro de control del tráfico aéreo de Swanwick, en Hampshire, al sur de Inglaterra, provocó el cierre, durante una hora, del espacio aéreo londinense. Los vuelos con destino a la capital británica tuvieron que ser desviados a otros aeropuertos y muchos aviones, que estaban listos para despegar de los varios aeropuertos de Londres, fueron retenidos en tierra. Esto provocó un efecto dominó sobre el resto de los aeropuertos británicos causando más retrasos y cancelaciones creando una situación caótica que las autoridades calificaron de inaceptable. En esta noticia de la BBC hay una buena descripción de lo ocurrido con análisis detallados.

Sin embargo, por curiosa coincidencia, hace unas semanas el NATS (National Air Traffic Services) difundió un vídeo mostrando visualmente la cantidad y complejidad del tráfico aéreo sobre las islas  Británicas. En el espacio aéreo del Reino Unido operan unos 6.000 vuelos todos los días. En el vídeo las 24 horas del día se han comprimido en menos de tres minutos. Creo que así se puede obtener una magnifica imagen de lo que el transporte aéreo supone en nuestros días y entender fácilmente el caos que puede provocar su interrupción aunque solo sea durante una hora. 

jueves, 11 de diciembre de 2014

El gran mapa de los ecosistemas mundiales

El Servicio Geológico de los Estados Unidos acaba de publicar un nuevo mapa de los ecosistemas globales de nuestro planeta con un nivel de detalle sin precedentes. El mapa ha sido desarrollado por un equipo dirigido por Roger Sayre, Ph.D. Se trata de un mosaico de casi 4.000 zonas ecológicas que se clasifican de acuerdo a cuatro factores considerados clave en la determinación de la composición de los ecosistemas. Tres de ellos: el bioclima, los accidentes geográficos y el tipo de rocas son fenómenos físicos que determinan la formación de los suelos y la distribución de la vegetación. El cuarto, la ocupación del suelo, describe la vegetación que se encuentra como respuesta a los factores físicos. Se puede obtener más información sobre el trabajo de investigación asociado aquí.

El mapa es accesible a través de este sitio web. Una vez en él, tenemos dos posibilidades de exploración. Un navegador que nos da la oportunidad de movernos por todo el mapa y señalar las zonas que nos interesen y un tour guiado de ecosistemas seleccionados.

En el navegador podemos seleccionar cualquier lugar  del mapa y al pincharlo aparece el nombre de ese ecosistema en un cuadro emergente. El sistema de colores es el habitual: los tonos tostados representan desiertos, los amarillos y verdes claros las sabanas, los verdes más oscuros los bosques, las regiones montañosas muestran su textura. Hay posibilidad de desplazarnos por el mapa y hacer zoom donde lo deseemos.

El tour propuesto incluye lugares de la Tierra donde aparece una gran concentración de diversidad de facetas ecológicas. El mundo se divide en 3.500 millones de células. Cada una de ellas es un cuadrado de 250 metros de lado que se asigna a uno de los 47.500 tipos diferentes de facetas ecológicas. Las áreas  descritas pertenecen a localidades con un número relativamente alto de facetas ecológicas. Aunque estas zonas presentan una gran diversidad ecológica del paisaje, no son necesariamente áreas de alta biodiversidad. Muchas tienen de forma natural una baja diversidad de especies, o bien han sido muy modificadas por la actividad humana. Se incluyen muchos lugares interesantes y hermosos repartidos por todos los continentes de nuestro planeta.

Se trata en todo caso de un importante nuevo recurso que facilita una base científica para la mejor catalogación y comprensión de los recursos de nuestro planeta. Los estudiosos de todo tipo, los gestores de los recursos naturales, las organizaciones conservacionistas y el público en general tienen a su alcance este instrumento para mejorar la gestión regional, nacional y global de los recursos naturales, permitiendo una mayor planificación y facilitando la toma de decisiones. Puede obtenerse información mas detallada sobre este proyecto a través de este enlace.

viernes, 24 de octubre de 2014

Sorolla y Estados Unidos

Autorretrato. 1909
Museo Sorolla. Madrid
Joaquín Sorolla es uno de los más grandes nombres de la pintura española del siglo XX y creador de una de las imágenes más rotundas y exultantes de la España luminosa y mediterránea, optimista y moderna. La Fundación Mapfre presenta en estos días en Madrid una magnífica exposición que descubre al Sorolla cosmopolita que viajó a los Estados Unidos para proyectar allí el arte español. Su éxito fue absoluto y los grandes museos y coleccionistas privados estadounidenses adquirieron buena parte de las obras más destacadas y representativas de la época de plenitud del pintor.

La muestra, organizada por el Museo Meadows (Dallas), el Museo de Arte de San Diego y la Fundación Mapfre, con la contribución de la Hispanic Society of América, y el apoyo de The Meadows Foundation, reúne, por primera vez, obras de Sorolla procedentes de importantes instituciones americanas, como The Hispanic Society of America, The Metropolitan Museum of Art, Brooklyn Museum, The Morgan Library, Nueva York; Museum of Fine Arts, Boston; The Art Institute of Chicago; Philadelphia Museum of Art, Filadelfia; Mildred Lane Kemper Art Museum, Saint Louis Art Museum, San Luis; Meadows Museum, Dallas; San Diego Museum of Art y The J. Paul Getty Museum, Los Ángeles. También cuenta con el apoyo de organizaciones españolas como el Museo Sorolla, el Museo de Bellas Artes de Asturias, la Fundación Bancaja o la colección Masaveu.

Thomas Fortune Ryan. 1913
The Virginia Historical Society. Richmond. Virginia
En 1909 Sorolla ya había alcanzado todos los grandes premios y honores a los que un pintor de su época podía aspirar. Empezó entonces su aventura americana realizando su primera exposición en Nueva York, en la Hispanic Society of America. El éxito fue arrollador. Después, bajo el patrocinio de esta institución, presentó sus obras en diferentes ciudades americanas como Boston, Buffalo, San Louis y Chicago. El público americano se identificó profundamente con su optimismo y su fuerza, con su modo de ver y sentir la pintura. Fue seducido por las escenas de playa bañadas por el sol mediterráneo, los patios y jardines españoles y los elegantes retratos de Sorolla. A partir de entonces, el genial pintor realizó retratos de las personalidades más influyentes de la sociedad americana, desde la familia Morgan hasta William Howard Taft, entonces presidente de los Estados Unidos, incluyendo en la lista, como no popdia ser de otra manera, a sus dos grandes mecenas, Archer M. Huntington y Thomas Fortune Ryan.

La reina Victoria Eugenia de Battenberg con manto de armiño. 1908
Fundación Alvaro de Bazán.
Recorriendo la historia de este extraordinario triunfo, la exposición muestra una colección de 150 obras hasta ahora nunca reunidas de la etapa americana de Sorolla. Es fruto de un importante trabajo de investigación llevado a cabo sobre la actividad de Joaquín Sorolla en Estados Unidos y sobre sus exposiciones americanas. La muestra presenta por tanto al Sorolla maduro que ha alcanzado las máximas cotas de refinamiento, a la vez que profundiza en la enorme proyección internacional del artista. En opinión de Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del artista y comisaria de la exposición, tenemos la ocasión de "seguir descubriendo ese auténtico Sorolla que está en todo, no solo en las escenas de playa. “Sorolla era un enamorado de su tierra y España le entusiasmaba, era donde pintaba a gusto", pero "siempre quiso ser un pintor internacional. Veía que el nuevo mundo estaba en ebullición y que los ricos norteamericanos querían llevar obra de pintores europeos". Siempre deseó "ser el mejor embajador de su tierra y de su país y para él era muy importante que la imagen que se diera de España fuera la auténtica, con cosas muy positivas y maravillosas".

Parte importante es la dedicada a los retratos pintados en Estados Unidos. En total, realizó por encargo 54 retratos, la mayoría de ellos pintados en sus dos viajes y de otros recibió el encargó y los ejecutó en París y Biarritz. Se trata, en su mayoría, de retratos elegantes, dentro del gusto decorativo "que condicionó en muchas ocasiones su libertad creativa", aunque los realizados en 1911 muestran una mayor libertad compositiva.  Los paisajes y jardines, en los que plasmaba una nueva imagen de España alejada de tópicos, y las escenas de mar y playa, que enamoraron a los estadounidenses, tienen también una presencia destacada en el recorrido. 

Niños a la orilla del mar. 1903
Philadelfia Museum of Art
Finalmente hay que reseñar dos maravillosas sorpresas que muestran dos facetas poco conocidas del maestro. La primera es una colección de los gouaches que pintó en 1911 desde la ventana del hotel Savoy de Nueva York, en el que estuvo alojado. La otra son los dibujos que hizo en el reverso de los menús de los restaurantes de los hoteles que visitaba. En ellos esboza las escenas captadas con los clientes de los restaurantes como protagonistas.

No cabe duda que se trata de una exposición imprescindible que, para los que no la puedan visitar y para los que, habiéndola disfrutado, quieran repasarla, dispone de un magnífico sitio web que la documenta ampliamente.

domingo, 12 de octubre de 2014

Musica española


Hoy, para celebrar la Fiesta Nacional de España, una entrada anómala pero muy especial. He recogido algunos de los pasajes mas conocidos y memorables de la música española.


Ruperto Chapí

El tambor de granaderos. Preludio.


Pablo Sarasate

Gerónimo Giménez

Federico Moreno Torroba

Antonio Álvarez Alonso

Jesus Guridi

Amadeo Vives

Federico Chueca

Emilio Arrieta

Soutullo y Vert

Cristobal Oudrid

Tomás Bretón

viernes, 4 de julio de 2014

Cartier-Bresson en la Fundación Mapfre

Aunque el verano vacía Madrid en buena medida de gente, no por ello se reduce el número de manifestaciones culturales. Este año la Fundación Mapfre ha aprovechado el periodo estival para traer a sus salas de exposiciones del Paseo de Recoletos una colección de las mejores obras de Henri Cartier-Bresson, uno de los más importantes fotógrafos del siglo XX. Se trata de la primera gran exposición retrospectiva que se realiza en Europa desde la muerte del artista. Se presentan más de quinientas fotografías, dibujos, cuadros, películas y documentos, que recorren más de setenta años de la actividad creativa de una de las figuras más importantes de la modernidad. La exposición, realizada por el Centre Pompidou de París en colaboración con Fundación Mapfre y con la participación de la Fondation Henri Cartier-Bresson, está compuesta por obras que proceden de más de 20 colecciones internacionales, entre las que destacan la Fundación Cartier-Bresson de París, el Musée d´art Moderne de la Ville de Paris, la Cinémathèque Française, The Art Institute of Chicago, The Metropolitan Museum of Art de Nueva York, MOMA de Nueva York y el Philadelphia Museum of Art. Esta muestra invita a admirar la obra de Cartier-Bresson, conocido como “ojo del siglo” por ser un testigo clave de la historia del siglo XX. Por primera vez, se pone de manifiesto toda la riqueza de su obra y la diversidad de su trayectoria como fotógrafo, desde la estética surrealista hasta el foto reportaje o su estilo intimista de los últimos años. De esta manera, se desgrana el trabajo de este artista mucho más allá del concepto de “instante decisivo” que le hizo famoso.
Madrid, España,  1933 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
El recorrido, a la vez cronológico y temático, se articula en torno a tres ejes: el periodo comprendido entre 1926 y 1935, marcado por su relación con el movimiento surrealista, sus inicios fotográficos y sus grandes viajes por el mundo. Un segundo escenario está dedicado al compromiso político de Henri Cartier-Bresson desde su regreso de los Estados Unidos en 1936 hasta que volvió a Nueva York en 1946. La tercera secuencia arranca con la creación de la agencia Magnum Photos en 1947, y se extiende hasta principios de la década de 1970, momento en que el autor dejó de realizar fotorreportajes.

Preámbulo
Cartier-Bresson escribe: "Siempre he sentido pasión por la pintura. Cuando era niño, pintaba los jueves y los domingos, y el resto de los días soñaba con pintar". Empieza a dibujar a una edad temprana, adornando sus cartas con pequeños dibujos y llenando cuadernos de bocetos. También en esa época le toma afición a la fotografía. Desde mediados de la década de 1920 pinta con regularidad junto a Jacques Émile Blanche o Jean Cottenet, antes de incorporarse a la academia de André Lhote. Sus cuadros más antiguos conservados datan de 1924 y muestran una evidente influencia de Paul Cézanne. En el taller de André Lhote, el joven Cartier-Bresson adquiere conocimientos de geometría: los lienzos que pinta entre 1926 y 1928 poseen una esmerada composición, con arreglo a los principios del número áureo. Al mismo tiempo empieza a relacionarse con los surrealistas y a realizar collages al estilo de su amigo Max Ernst.

Signos ascendentes
Costa de Marfil, África, 1930 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
La obra fotográfica de Henri Cartier-Bresson es el resultado de la combinación de múltiples factores: cierta predisposición artística, la tenacidad en el aprendizaje, el ambiente de la época, sus aspiraciones personales y sus magníficas relaciones. La producción del autor se inicia en la década de 1920, caracterizada por esa doble vertiente de pintura y fotografía practicadas como afición; luego se va desarrollando y asentando en algunos hitos a lo largo del tiempo, como su viaje a África de 1930-1931. En todos sus trabajos se refleja su amor por el arte, las horas empleadas en leer o en contemplar cuadros en los museos, la marca profunda de las enseñanzas de André Lhote y la relación con sus amistades norteamericanas: Julien Levy, Caresse y Harry Crosby, Gretchen y Peter Powel. Junto al primero de ellos, Cartier-Bresson se inicia en las artes de la composición, y en compañía de los segundos descubre las fotografías de Eugène Atget y las de la corriente de la Nueva Visión. El primer Cartier-Bresson aglutina en su obra estas influencias tan diversas.

La atracción del surrealismo
Mexico, 1934 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
En casa de Jacques-Émile Blanche, Cartier-Bresson conoce a René Crevel, por él que empieza a frecuentar los círculos surrealistas, alrededor de 1926. "Demasiado tímido y joven para tomar la palabra", como contará más tarde, asiste "desde el último rincón de la mesa" a algunas reuniones organizadas en torno a André Breton en los cafés de la place Blanche. De esos contactos conservará algunos motivos emblemáticos del imaginario surrealista: objetos empaquetados, cuerpos deformes, personajes durmiendo con los ojos cerrados, etc. Pero lo que de verdad le dejará marcado es la actitud surrealista: el espíritu subversivo, el gusto por el juego, el espacio cedido al subconsciente, el placer del deambular urbano, y una cierta predisposición a abrazar el azar. Cartier-Bresson será especialmente sensible a los principios de la belleza convulsiva enunciados por Breton, y no dejará de llevarlos a la práctica a lo largo de la década de 1930. Desde ese punto de vista, no cabe duda de que es uno de los fotógrafos más genuinamente surrealistas de su generación.

El compromiso de la militancia política
Orillas del Marne, Francia, 1936 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
Al igual que la mayoría de sus amigos surrealistas, Cartier-Bresson comparte muchas de las posturas comunistas en política: el anticolonialismo, el compromiso con los republicanos españoles y la profunda convicción de que es necesario "cambiar la vida". Tras los violentos tumultos organizados en París por las ligas de extrema derecha en 1934, que en aquel momento se percibieron como un riesgo de extensión a Francia del auge del fascismo europeo, su compromiso se hace más tangible, y firma muchas octavillas en pro de la "llamada a la lucha" y la "unidad de acción" de las fuerzas de izquierdas. Durante sus viajes a México y Estados Unidos, en 1934-1935, la mayoría de las personas con las que se relaciona asiduamente están muy involucradas en la lucha revolucionaria. A su regreso a París en 1936, Cartier-Bresson se ha radicalizado: participa con regularidad en las actividades de la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios (AEAR), y empieza a trabajar para la prensa comunista.

El cine y la guerra
Dessau. Alemania, 1945 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
Cartier-Bresson decía que el cine le había "enseñado a ver". En el transcurso de su viaje por México, en 1934, surgen los primeros indicios de su deseo de realizar películas él mismo. El cine le interesa en el contexto de su propio compromiso político, ya que resulta ser un medio capaz de llegar a una audiencia mucho más amplia que la fotografía y que, por su estructura narrativa, le permitiría transmitir mejor su mensaje. En 1935 aprende en los Estados Unidos los rudimentos de la cámara en una cooperativa de documentalistas muy influidos por las ideas, tanto políticas como estéticas, soviéticas y reunidos en torno a Paul Strand bajo la denominación de "Nykino", contracción de las iniciales de «Nueva York» y de la palabra «cine» en ruso. Con ellos realiza su primer cortometraje. Cuando regresa a París en 1936, tras haber intentado sin éxito que lo contrataran como asistente –primero probó con Georg Wilhelm Pabst y luego con Luis Buñuel-, establece una colaboración con Jean Renoir que durará hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

La elección del reportaje gráfico
Shanghai. China, 1948 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
En febrero de 1947 Cartier-Bresson inaugura su primera gran retrospectiva institucional en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York. Meses más tarde, junto con Robert Capa, David Seymour, George Rodger y William Vandivert, funda la agencia Magnum, que se convertirá rápidamente en una de las referencias mundiales en materia de reportajes gráficos de calidad. Tras su exposición en el MOMA, Cartier-Bresson pudo decidirse por ser únicamente artista, pero prefirió convertirse plenamente en reportero al comprometerse con la aventura que representaba Magnum. Desde 1947, y hasta principios de la década de 1970, se multiplicaron sus viajes y reportajes por todos los rincones del mundo, trabajando para la práctica totalidad de las grandes revistas ilustradas internacionales. A pesar de las obligaciones del mundo periodístico, la estrechez de los plazos del sistema mediático y las contingencias inherentes a los encargos de prensa, Cartier-Bresson conseguirá mantener un altísimo grado de calidad en su producción fotográfica durante su etapa como reportero.

Antropología visual
Munster, Irlanda, 1952 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
Cartier-Bresson no dejó de simultanear la realización de sus reportajes con la fotografía de ciertos temas recurrentes a lo largo de los años y en todos los países que visitó. Realizadas al margen de sus reportajes, o de una manera completamente autónoma, estas series de imágenes que plantean interrogantes sobre algunas de las grandes cuestiones de la sociedad de la segunda mitad del siglo XX tienen el valor de auténticas investigaciones. No están hechas por encargo, ni subordinadas a la urgencia que impone la prensa, pero sí son mucho más ambiciosas que gran parte de los reportajes. Estas investigaciones temáticas y transversales que el propio autor describe como "una combinación de reportaje, filosofía y análisis (social, psicológico y de otras índoles)" se asemejan a la antropología visual, esa forma de conocimiento de lo humano en la que las herramientas de grabación analógica desempeñan un papel esencial. Al respecto, Cartier-Bresson decía: "Soy visual […] Observo, observo y observo. Yo comprendo con los ojos".

Después de la fotografía
Paris, 1967 Colección Fondation Henri Cartier-Bresson, París
Desde la década de 1970, Cartier-Bresson, que ya supera los sesenta años, va dejando paulatinamente de aceptar encargos de reportajes, es decir, de fotografiar respondiendo a unas indicaciones marcadas. Además, considera que Magnum se está alejando cada día más del espíritu que motivó su creación, por lo que se retira de los asuntos de la agencia. Su fama internacional no ha dejado de aumentar, lo que lo ha convertido en una leyenda viva. Pasa mucho tiempo supervisando la organización de sus archivos, la venta de sus revelados y la realización de libros y exposiciones. Aunque oficialmente ha dejado de fotografiar, siempre tiene su Leica al alcance de la mano y, ocasionalmente, realiza imágenes más contemplativas. Pero sobre todo acude mucho a museos y exposiciones y pasa la mayor parte del tiempo dibujando.

jueves, 26 de junio de 2014

Los números en la Naturaleza


En algunas ocasiones algo que, en principio, parece insignificante se convierte en una gratísima experiencia. Eso me ha pasado hoy. Revisando twitter me he encontrado una entrada de “The Atlantic” que ha llamado mi atención. Hablaba sobre la visualización de los números en la naturaleza. Cuando he seguido la dirección incluida me ha llevado a esta página donde se comenta un corto de animación en el que se demuestra como en la naturaleza aparecen muchas propiedades y desarrollos matemáticos. Sin poder esperar más me he puesto a ver el vídeo que me ha dejado boquiabierto. Finalmente, para rematar la jugada, resulta que esta obra de arte está realizada en Zaragoza por un español: Cristóbal Vila.   

En su sitio web, este diseñador gráfico explica su interés por la relación entre matemáticas y naturaleza, lo que le llevó a realizar esta animación centrándose en unas pocas propiedades, concretamente en los números y espiral de Fibonacci, la proporción y ángulo áureos, las triangulaciones de Delaunay y las teselaciones de Voronoi.

La calidad del resultado ha sido reconocida mundialmente. Revistas y sitios prestigiosos como Geek o Aeon se han hecho eco de este magnífico trabajo de animación. Según Aeon “Cuando el cineasta y diseñador gráfico Cristóbal Vila mira a la naturaleza, ve números, y la notable elegancia de las matemáticas. Los teoremas y ecuaciones geométricas que explican los fenómenos naturales - como la forma del ojo de un insecto, o la estructura de una concha marina - cobran vida en este corto documental, a la vez que muestran la belleza de las matemáticas y la lógica de la naturaleza. Uniendo música y animación con las matemáticas, Nature by numbers es una inmersión en el mundo microscópico, y una divertida introducción a algunos de los grandes conceptos geométricos y científicos.” La revista Geek remata su artículo diciendo “los profesores de matemáticas de todo el mundo deberían mostrar este vídeo en sus clases. Las animaciones son de ensueño. La visión de la creación de la espiral de Fibonacci y su conversión en la espiral áurea es fantástica. Fijaros chicos, las matemáticas son divertidas”.

Independientemente de todos estos reconocimientos la obra de este creador aragonés habla por sí misma. Hay que disfrutarla, posiblemente más de una vez. Aquí está.

sábado, 14 de junio de 2014

El arte de las presentaciones

En los tiempos que corren hablar de hacer una presentación induce inmediatamente a pensar en una serie de imágenes proyectadas sobre una pantalla y comentadas por un presentador. Hace ya varios años dediqué una entrada a comentar el daño, o el beneficio, que herramientas como powerpoint suponen para el enriquecimiento de una presentación. La idea central entonces expuesta consistía en enfatizar la importancia del fondo sobre la forma.

El objetivo fundamental de una presentación es transmitir ideas. Hay que enfatizar el término transmitir. Una presentación es un acto de comunicación entre el presentador y su audiencia. Si el presentador no tiene una idea que transmitir la presentación no tiene sentido. Todo lo demás es accesorio, es decir está al servicio de la consecución del objetivo fundamental.  No cabe ninguna duda que el uso de gráficos e imágenes sirve de ayuda para transmitir conceptos. Bienvenidos sean pues. Está demostrado que, si a la vez que oímos un mensaje, podemos leerlo la retención de la idea expresada aumenta.  Ahí está la justificación del uso  de herramientas tipo powerpoint.

Sin embargo, aquel que piense que la clave de una buena presentación radica en disponer de un buen conjunto de imágenes y textos de soporte se equivoca. Está confundiendo el fondo con la forma. Y en las presentaciones, al igual que en otras muchas cosas,  el fondo en prioritario y la forma secundaria. Cuando nos enfrentamos a la tarea de preparar una presentación nuestra preocupación fundamental debe ser cómo transmitir nuestras ideas de forma que puedan ser entendidas de la manera más fácil posible por la audiencia a la que están destinadas.

En 1984 Richard Saul Wurman y Harry Marks fundaron la conferencia TED (Technology, Entertainment, Design) que desde 1990 se celebra anualmente en California. Su misión es difundir ideas. Derivadas de este evento también se producen las charlas TED que, en mi modesta opinión, son ejemplo de excelentes presentaciones que pueden servir de modelo para todos los que pretendan realizar una actividad de este tipo. Desde 2006 las charlas TED están disponibles en su sitio web donde es posible acceder a más de mil presentaciones que cubren un amplio espectro de temas incluyendo ciencias, arte y diseño, política, educación, cultura, negocios, asuntos globales, tecnología, desarrollo y entretenimiento. Los conferenciantes siempre son expertos en la materia que tratan y entre ellos podemos encontrar al ex Presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, los Premio Nobel James D. Watson, Murray Gell-Mann, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, los fundadores de Google Sergey Brin y Larry Page y muchas otras personalidades como Jane Goodall, Malcolm Gladwell, Al Gore, Gordon Brown, Richard Dawkins, Bono o Mike Rowe.


Hay otro factor que es determinante para el éxito de una presentación: su preparación. Además de una buena idea que transmitir la preparación concienzuda es la clave del éxito de una presentación. Hay un ejemplo fascinante de cómo una buena idea, por simple que sea, puede ser transmitida en una fantástica presentación convenientemente preparada. Lo explica mejor que nadie Chris Anderson, comisario de TED, en este artículo publicado en el número de junio de 2013 de Harvard Bussines Review. Y la prueba de todo ello está en el resultado de un excelente trabajo que puede apreciarse en este video.

miércoles, 4 de junio de 2014

El barco de la Libertad


Allá por 1895, la imaginación desbordante de Julio Verne produjo una novela que, aunque no se encuentra entre las más populares, no deja de incluir ideas futuristas del más clásico estilo de su autor. Se tituló “L’Île à hélice”, algo así como La isla propulsada, y, tras aparecer por capítulos en la revista Magasin d’Education et de Récréation, fue publicada en forma de libro. Relata la historia de unos músicos que son secuestrados para amenizar el viaje de los habitantes de una isla flotante que, propulsada por un sistema de hélices, viaja a través de los océanos.

Inspirándose sin duda en esta fantasía de Julio Verne, una empresa de Florida llamada Freedom Ship International está empeñada en llevar adelante un ambicioso proyecto para construir algo parecido a un crucero de lujo pero con unas dimensiones tan colosales que perfectamente podría ser considerado una isla artificial capaz de desplazarse por los océanos del mundo. Las dimensiones del “Freedom Ship” serian de 1370 m de largo, 230 m de ancho y 110 m de alto y su peso de 2,7 millones de Toneladas. Si lo comparamos con 400 m de largo y 250.000 Toneladas de peso de los mayores buques crucero actuales tendremos una idea aproximada de la enormidad de esta ciudad flotante. No existe puerto en el mundo capaz de acoger a semejante monstruo por lo que, cuando no esté en movimiento deberá fondear en alta mar.

Sus diseñadores lo conciben como una ciudad-comunidad en la que vivir, trabajar, jubilarse o pasar unas vacaciones, en viaje continuo alrededor del mundo, dotada con todo tipo de servicios: viviendas, tiendas, escuelas, bancos, hoteles, restaurantes, casinos, hospitales, parques... La gente comprará allí sus apartamentos y fijarán sus negocios. Además de los 40.000 residentes permanentes también tendrá espacio para acoger hasta 30.000 visitantes, que serán atendidos por unos 20.000 tripulantes. Todo ello estará distribuido en 25 cubiertas en las que no faltaran los espacios abiertos con campos de golf,  parques y paseos decorados con cascadas, estanques y jardines.

Toda la cubierta superior estará ocupada por un aeropuerto capaz de operar aviones medianos de hasta 40 pasajeros de capacidad. En las cubiertas inferiores se situarán  con 40 generadores para el suministro de energía eléctrica, un sistema de ventilación electrostática y una planta potabilizadora para cubrir las necesidades de agua. Gracias a todos estos sistemas el de Freedom Ship se desplazará continuamente alrededor del mundo, de forma lenta pero inexorable (a unos 10 nudos por hora), incluyendo en su ruta las principales ciudades del planeta, completando una vuelta alrededor del mundo cada 3 años aproximadamente.

El proyecto está totalmente diseñado aunque todavía no tiene resuelta completamente su financiación. Los responsables de  Freedom Ship International reconocen que se encuentran en pleno proceso de captación de inversores, algo que supone un importante reto teniendo en cuenta la situación económica actual. Si se logran superar estos obstáculos empezarán las labores de construcción de la nave que hará realidad uno más de los sueños de Julio Verne.

viernes, 9 de mayo de 2014

El “Enigma” del U-110

Máquina Enigma
Entre las muchas ventajas técnicas de las que disfrutaban los alemanes al comenzar la Segunda Guerra Mundial la máquina de cifrar “Enigma”, considerada indescifrable, ocupaba una posición privilegiada. Había sido inventada en 1918 y mejorada posteriormente. Se trataba de una máquina de escribir portátil a la que se añadían varios rotores. La clave dependí a de los rotores usados y del orden y posición en que se colocaban. Los operadores de la máquina disponían de instrucciones, variables cada pocos días, sobre cómo debían colocarse los rotores. 

Los británicos, empeñados en lograr descifrar los mensajes de los alemanes, establecieron en Bletchley Park, una mansión reconvertida en instalación militar. la supersecreta GC&CS (Escuela de Códigos y Cifrados del Gobierno). Dirigiendola se encontraba uno de los mas brillantes matemáticos del siglo XX: Alan Turing. Con paciencia, ecuaciones e intuición para aprovechar ocasionales fallos de seguridad, el equipo capitaneado por Turing encontró pautas en los mensajes que permitieron entender detalles del funcionamiento de “Enigma”, pero el entendimiento de su núcleo funcional permanecía impenetrable. Pronto resultó evidente que, para conseguir avances significativos, era necesario contar con los elementos físicos de “Enigma”.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial se estableció en el Tratado de Versalles que Alemania no podría disponer de submarinos. Sin embargo a partir de 1935 los nazis construyeron casi 1200 “U boote” que durante la Segunda guerra mundial causaron enormes pérdidas a las flotas aliadas

U 110 durante su captura
Centrémonos en uno de estos U boot: el U-110. Fue construido el 1940 en los astilleros de Bremen, entrando en servicio a finales de ese mismo año bajo las órdenes del Capitán Fritz-Julius Lemp. Este submarino llevo a cabo dos salidas en las que hundió 3 buques aliados y alcanzó, sin hundirlos, otros dos. El 9 de mayo de 1941, junto con el U 201, atacó un convoy aliado al sur de Islandia. Al fallar el lanzamiento de uno de sus torpedos fue descubierto y atacado con cargas de profundidad por una corbeta británica. Obligado a salir a la superficie, el Capitán Lemp, seguro de que el submarino se hundiría, ordenó a la tripulación su abandono.

Los marinos británicos de los buques de escolta del convoy atacado por  el U 110, que habían sido convenientemente aleccionados, vieron la oportunidad de contribuir al trabajo del grupo de Turing y abordaron el submarino. Grande fue su sorpresa al encontrar una gran cantidad de documentos secretos y, sobre todo, una máquina “Enigma” intacta y en funcionamiento.

Alan Turing 
Gracias a esta captura el método de cifrado de los germanos fue totalmente penetrado. Pronto todo el ejército alemán fue transparente para unos ingleses que leían los comunicados al poco de ser emitidos. Las consecuencias no se hicieron esperar: los ataques a los convoyes fueron fácilmente esquivados y los submarinos atacantes cazados. Rommel fue derrotado al conocerse sus problemas de combustible. Los soviéticos vencieron en la batalla de Kursk al disponer de toda la información sobre los blindados alemanes a los que se enfrentaban facilitada por los británicos.

La ruptura del sistema de cifrado “Enigma” fue una contribución decisiva a la victoria aliada. Existe un consenso generalizado entre los historiadores: sin ella, el curso de la guerra habría sido muy diferente, alargándose varios años o incluso alterando su desenlace. 

jueves, 1 de mayo de 2014

BASIC cumple 50 años

Tom Kurtz and John Kemeny.
(Photo courtesy of Rauner Special Collections Library, Dartmouth College)
Hace 50 años los ordenadores estaban en su primera infancia. Nadie soñaba con la ubicuidad de los mismos que ahora experimentamos. Pero ya había visionarios que comprendían la importancia que para los hombres del futuro tendrían los ordenadores. Y decidieron poner a disposición de las escuelas y universidades las herramientas para formar a profesores y alumnos en su comprensión y uso.

En la Universidad de Dartmouth un par de profesores de matemáticas, John George Kemeny y Thomas Kurtz, se ocuparon primero de dotar a la universidad de un ordenador y de lograr poner en marcha lo que entonces se llamaba un sistema de tiempo compartido, de manera que toda la comunidad universitaria pudiera utilizarlo simultáneamente.  La culminación de su esfuerzo fue la definición de un lenguaje de programación que, apoyado en el correspondiente compilador para traducir sus instrucciones al lenguaje máquina, y unos cuantos comandos para sustentar un entorno operativo; permitieran que cualquiera fuera capaz de programar aquel único ordenador compartido por todos. Este lenguaje al que nos referimos se llamó BASIC (Beginner's All-purpose Symbolic Instruction Code) y hoy cumple 50 años ya que el 1 de mayo de 1964 por la mañana el profesor Kemeny y un estudiante teclearon el comando RUN en sus terminales y ejecutaron por primera vez programas escritos en BASIC.

Aunque en aquel momento ya existían algunos otros lenguajes de programación, como el FORTRAN, el lenguaje BASIC era mucho más sencillo y fácil de aprender y utilizar. Con este sistema lograron que estudiantes y profesores pudieran interactuar con el ordenador y compartirlo de manera sencilla, usando un lenguaje de programación apto hasta para los no especialistas. Gracias a este desarrollo, tras Dartmouth, su uso se extendió rápidamente por muchas universidades y escuelas del mundo.

En la década de los 70, tras la invención del microprocesador, se produjo la aparición acelerada de pequeños ordenadores que atrajeron la atención de muchos aficionados domésticos. No había entonces software disponible y cada uno de los entusiastas usuarios desarrollaba, o copiaba, programas escritos en BASIC para divertirse o para ayudarse en sus tareas escolares o profesionales. Entre estos primeros “expertos” del BASIC estaba un estudiante de la Universidad de Harvard llamado Bill Gates. Junto con su amigo Paul Allen desarrolló una versión de BASIC para el microordenador Altair 8800 y poco después ambos fundaron una pequeña compañía llamada Microsoft cuyo primer producto fue el Microsoft BASIC. Tras el éxito arrollador de Microsoft aportando el sistema operativo MS-DOS, y posteriormente Windows, al entorno de los ordenadores personales, Microsoft BASIC siguió existiendo e incluso experimentó un nuevo resurgimiento en la década de los 90 cuando apareció Visual BASIC para soportar interfaces graficas de usuario.

Aún en la actualidad existen descendientes del lenguaje creado por Kemeny y Kurtz hace 50 años. La compañía que ambos fundaron, True BASIC sigue comercializando y dando soporte a versiones actualizadas del lenguaje. Otros dos ejemplos notables son una versión gratis de Visual Basic dentro de la plataforma Visual Studio Express, y un  entorno para ayudar a los principiantes en el mundo de la programación llamado Small BASIC.

Para todos los que hemos disfrutado programando en BASIC este 50 aniversario y la pervivencia del lenguaje, aunque en versiones alejadas de las primitivas, son una gran noticia. He de reconocer que me he emocionado al ver la retrospectiva que en esta efemérides ha montado la Universidad de Dartmouth y los muchos actos organizados incluyendo una interesantísima mesa redonda sobre los próximos 50 años en el mundo de la computación. Es importante pensar que en la actualidad tenemos a nuestro alcance una enorme capacidad de proceso en nuestros ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes. Muchos de ellos están diseñados para propiciar nuestro consumo, pero también deberíamos utilizarlos para desarrollar ideas y crear proyectos en consonancia con la intención de los creadores de BASIC: conseguir el acceso de todos a los ordenadores para potenciar la creatividad y el desarrollo humano.