jueves, 22 de octubre de 2015

Josef Koudelka: Nacionalidad incierta


Fundación MAPFRE presenta en sus salas de Madrid la exposición retrospectiva más completa hasta el momento dedicada al fotógrafo checo, nacionalizado francés, Josef Koudelka (n. 1934), miembro desde hace más de cuarenta años de la agencia Magnum Photos.
Ingeniero de profesión, Koudelka se comprometió con el medio fotográfico a mediados de los años sesenta para convertirse en uno de los autores con más influencia de su generación. A medio camino entre lo artístico y lo documental, Josef Koudelka es hoy una leyenda viva. Ha recibido prestigiosos galardones en reconocimiento a su labor, entre otros el Grand Prix National de la Photographie (1989), el Grand Prix Cartier-Bresson (1991), y el International Award in Photography de la Hasselblad Foundation (1992).

Eslovaquia (Jarabina) , 1963 
Esta exposición repasa toda su trayectoria que abarca más de cinco décadas de trabajo. La amplia selección, con más de 150 obras, recoge sus primeros proyectos experimentales, realizados a finales de los años cincuenta y durante los sesenta, así como sus históricas series Gitanos, Invasión y Exilios hasta llegar a los grandes paisajes panorámicos realizados durante los últimos años. Además, en la exposición se incluye importante material documental, en su mayoría inéditos -maquetas, folletos, revistas de la época, entre otros-, que contribuyen a profundizar tanto en la obra como en el proceso creativo de este autor.
Nacionalidad incierta es el título de la exposición que describe tanto el sentimiento de falta de un lugar propio, de sensación de desubicación, tan presente en su obra desde su exilio de Checoslovaquia tras la Invasión de Praga, como su interés permanente por los territorios en conflicto. La exposición, organizada por The Art Institute de Chicago y the J. Paul Getty Museum en asociación con Fundación MAPFRE, se articula en las siguientes secciones:

Primeras obras y teatro

Una hora de amor de Josef Topol, Praga, 1968
Josef Koudelka se vio inmerso en el ambiente de apertura que surgió en Checoslovaquia después de la muerte en 1953 de Josef Stalin, quien había sometido al país a una brutal represión durante dos décadas. Koudelka comenzó a fotografiar de manera profesional en 1958 y realizó un conjunto de paisajes y escenas al aire libre tomadas en Praga, y en viajes a Eslovaquia, Polonia e Italia. En seguida la cámara lo acompañó durante sus viajes, lo que anunciaría su impulso de trabajar como un fotógrafo independiente y nómada durante más de cuarenta años. Durante los años sesenta, fue contratado por la compañía checa de teatro más importante, Divadlo za branou [Teatro detrás de la Puerta] y Divadlo na zábradlí [Teatro en la balaustrada] y muchas de sus imágenes ilustraron las portadas de la revista Divadlo [Teatro], algunas de ellas expuestas en la muestra.

Gitanos

Rumania, 1968
En 1961, Josef Koudelka comenzó a pasar largas temporadas en campamentos gitanos en ciudades del Este de Europa. Lo que comenzó como una actividad marginal fotografiando estas comunidades, pronto se convirtió en un trabajo que sería un proyecto de vida. Entre 1963 y 1968 visitó unos ochenta lugares en tierras checas y eslovacas y acumuló miles de fotografías que se fueron progresivamente reduciendo hasta hacer una selección de unas cuantas docenas. En ellas, se sumergió en las vidas, fiestas y costumbres de la cultura romà (gitana). En la exposición se muestran como un conjunto de 22 de las 27 copias que se mostraron originariamente para presentar el trabajo Gitanos en el vestíbulo de un teatro de Praga en marzo de 1967, tal y como fueron expuestas hace casi cincuenta años.

Invasión

Ciudadano checo sobre un tanque, 1968
En agosto de 1968, Koudelka se despertó con las tropas soviéticas entrando en Praga para invadirla. Inmediatamente salió a la calle y documentó sin cesar durante una semana la devastadora ocupación. Subió a los tanques y se topó con manifestantes que se enfrentaban a los soldados fuertemente armados. Sus imágenes se convirtieron en documentos del conflicto y símbolo del espíritu del movimiento de resistencia. Los carretes que utilizó para fotografiar la lucha en Praga consiguieron llegar al Oeste de Europa de manera clandestina y las imágenes de Koudelka aparecieron en periódicos y revistas de todo el mundo. Para evitar represalias contra él y su familia, las fotografías aparecen firmadas como “P.P.”, o “Prague Photographer” [fotógrafo de Praga] hasta 1984.

Exilios

Irlanda 1972
Josef Koudelka dejó Checoslovaquia en 1970 y solicitó asilo en el Reino Unido. Mientras estuvo en el exilio continuó trabajando por toda Europa en aquellas rutas marcadas por los eventos gitanos, festivales religiosos y de folclore que tienen lugar anualmente.
La alienación que padeció mientras no tuvo patria se plasma en el conjunto de este trabajo de Exilios, que muestra símbolos de aislamiento (animales perdidos, personajes solitarios, objetos desperdigados y gitanos desplazados) que están en el fondo de la experiencia vital de Koudelka.
Nacionalidad Incierta hace referencia al status legal que figuraba en los documentos de viaje del autor cada vez que regresaba al Reino Unido, su lugar de base durante la primera década de exilio, al no tener pasaporte checo o no poder probar su lugar de nacimiento.

Panoramas

Israel-Palestina (Al ‘Eizariya [Betania]), de la serie Muro, 2010
Desde 1986, Koudelka estuvo haciendo fotografías con una cámara panorámica. Utiliza este formato expandido para mostrar territorios arrasados y devastados por conflictos o alterados por el paso del tiempo. Estas imágenes constituyen el eje de sus impresionantes publicaciones desplegables como Black Triangle o Chaos, que presentan paisajes en el límite de la ruina. Más recientemente Josef Koudelka ha utilizado este formato para documentar la frontera de Cisjordania y los territorios que la rodean, como el desierto de Negev o los Altos del Golán. Este trabajo, Wall, empuja al espectador a mirar la desolación de un vasto paisaje dominado por muros, alambradas, carreteras de acceso y fronteras. En la exposición, se incluye una selección de copias de este último proyecto junto con el libro publicado en 2014.
Las panorámicas son objetos impresionantes que miden entre 1,2 y 1,8 m de largo. En ellas, percibimos un paisaje creado por el hombre que cuenta su historia, así como las transformaciones que ha sufrido fruto de la depredación humana, es decir: vemos a través de sus fotografías al hombre como creador y destructor del mundo.