jueves, 6 de agosto de 2015

El arte mochica del antiguo Perú

En 1532 Francisco Pizarro llegó a las vastas tierras que hoy forman Perú. Allí los conquistadores españoles se encontraron con el imperio inca que, por sus muchas peculiaridades, fue objeto de interés y estudio por parte de los intelectuales de la época. Es fácil entender que, en aquellas circunstancias, no se prestara atención a los pueblos anteriores a los incas que habían vivido en aquellos territorios. Porque, a partir de los trabajos arqueológicos iniciados a principios del siglo XX, se concluyó que la civilización existía en aquella región mucho antes de la aparición de los incas. Ahora sabemos que en el territorio del actual Perú, a lo largo de 3.000 años se desarrollaron las culturas cupisnique, mochica, lambayeque y chimú

En Caixaforum se presenta la exposición "El arte mochica del antiguo Perú" que nos acerca a la realidad de una sociedad que vivió en los valles y desiertos de la costa norte de Perú entre los años 100 y 800 dC. Se presentan más de 200 piezas procedentes del Museo Larco de Lima, que ofrecen al visitante una visión fascinante de la religión, los mitos, y la profunda relación con la naturaleza de aquellos seres humanos. Esta civilización, desconocedora de la escritura, ha trasmitido su legado al futuro a través de sus artistas. Mediante sus obras podemos conocer sus creencias cosmológicas y mitológicas para explicar el mundo en el que vivían.

La exposición se organiza en diversos capítulos dedicados a diversos aspectos característicos de la cultura mochica y de la realidad cotidiana de sus habitantes. A través los restos encontrados por los arqueólogos podemos apreciar bellos testimonios materiales que nos aproximan a su actividad agrícola, su mundo simbólico, ceremonial y ritual, la guerra, su relación con los ancestros, la música y el conocimiento de una figura singular: Ai Apaec, el gran héroe mitológico mochica.

La cosmología mochica esta basada en la creencia de la existencia de tres mundos (el de "arriba", el nuestro y el de "abajo"), entre los cuales es posible transitar. Esta idea de tránsito entre mundos da lugar a una serie de motivos que se repetirán con frecuencia en sus manifestaciones artísticas: espirales, formas escalonadas, etc. Creo que, por tanto, se puede obtener una buena comprensión las vivencias y creencias de esta cultura mediante la explicación de algunos de los objetos presentes en la exposición. Los comentarios han sido extractados a partir de las detalladas fichas explicativas existentes en el sitio web del Museo Larco.

Cuenco bimetalico chimú

Este es un cuenco ceremonial confeccionado en una aleación oro-plata-cobre. Su apariencia de objeto bimetálico oro-plata ha sido lograda mediante la técnica de enriquecimiento superficial. En su superficie exterior aparece una escena compleja, referida a una divinidad o ser mitológico relacionado al agua y al sol.
En la base del cuenco se encuentra el personaje central con una corona que combina un símbolo solar, del mundo celeste, exterior y de carácter masculino  y dos elementos escalonados, que remiten al concepto de conexión con el mundo de abajo, interior, oscuro, asociado a lo femenino. Este personaje parece expresar la dualidad complementaria de lo masculino y femenino, lo cual está reforzado por la manera cómo los dos hemisferios del contenedor, el dorado y el plateado, toman contacto precisamente a mitad de la escena y, por ende, del cuerpo del personaje principal.

Frontal de oro

Esta es una corona de oro Mochica, ornamento que coronaba a aquellos personajes que tenían el máximo poder político-religioso en esta sociedad del antiguo Perú. Su poder para intermediar entre el mundo terrenal, el mundo celeste o de los dioses, y el mundo interior o de los muertos se expresaba en sus ornamentos.
La iconografía de estos adornos frontales corresponde claramente a símbolos de contacto entre los mundos. En el caso de este frontal, podemos ver un rostro de felino que está coronado por una forma de creciente, cuchillo ceremonial o tumi, flanqueado por dos aves. El felino es el animal que expresa el poder terrenal, y está flanqueado por guacamayos, aves tropicales de hermosos colores, que están asociadas con el mundo superior, pero también al mundo húmedo, que es también concebido como el mundo interior, de abajo o de los ancestros.

Orejeras

Las orejeras son uno de los ornamentos más significativos para distinguir a los personajes con poder en el antiguo Perú. Cuando llegaron los españoles, llamaron “orejones” a los nobles incas, impresionados por el tamaño de sus orejas, agrandadas por los adornos que llevaban. Algunas de estas orejeras eran tan pesadas y grandes que para mantenerlas en su lugar, se sujetaban con bandas que iban amarradas a la cabeza. Este es un par de orejeras de oro, crisocola, turquesa, sodalita y concha que representa aves guerreras antropomorfas. En cada orejera ha sido representada un ave que viste una corona con un elemento frontal de forma semicircular y que lleva una porra y escudo en una mano, y una honda en la otra. El diseño, tamaño y materiales utilizados en este par de orejeras las definen como ornamentos del más alto rango de la sociedad Mochica.

Estandarte Plumario Huari

Este estandarte amarillo y azul tiene casi 1300 años de antigüedad, y proviene de la costa sur del Perú. Esta formado por una tela llana simple de algodón sobre la cual han sido cosidas plumas azules y amarillas de Guacamayo. Si bien se desconoce el uso que estos estandartes tuvieron en la antigüedad, es probable que hayan servido para “vestir” paredes de templos o espacios ceremoniales.
El diseño de este objeto y sus colores nos remiten a conceptos centrales de la cosmovisión andina, como el de la dualidad complementaria. El color amarillo, con su asociación solar y también con su relación con el desierto, se complementa con el color azul-turquesa que nos remite al agua y al cielo.

Tambor Nazca

Este tambor de cerámica Nazca nos presenta una serie de elementos que conforman un mensaje relacionado a la experiencia chamánica, y al vínculo e interacción constante entre los diferentes planos cósmicos. Su forma nos sugiere la de un fardo o bulto funerario, vestido y decorado con figuras y símbolos que vincularían al personaje representado con los diferentes mundos: las plumas de aves al mundo de arriba, los felinos al mundo terrenal, y las serpientes al mundo interior.
El rostro del personaje está cubierto por una máscara funeraria. Saliendo de la nariz y bordeando los ojos, hay dos serpientes. En las mejillas del personaje hay dos motivos en forma de estrellas que también podrían representar el corte transversal del cactus de San Pedro de siete puntas, consumido por los chamanes del antiguo Perú para tener experiencias trascendentes. 
El personaje lleva en la cabeza una diadema con forma de cabeza de felino modelada en relieve. Desde la cabeza del felino salen serpientes, algunas con cuerpos semejantes al tallo del cactus. El cuello del personaje está adornado con un collar formado por placas en forma de plumas. De la boca salen otras serpientes. En el pecho del personaje-fardo hay un rostro de Felino de las Pampas, animal frecuentemente representado en el arte Nazca, de cuya boca salen dos serpientes que rodean el cuerpo del tambor y culminan en cabeza de felino. En el borde del vestido del personaje hay una banda ocre con representaciones estilizadas de las cabezas ofrenda.

Botella del alumbramiento

Se trata de una botella gollete de cerámica con asa estribo que representa una escena de parto. La mujer sentada esta dando a luz siendo atendida por otras dos mujeres. Una de ellas, la partera,  se encuentra delante de ella,  tiene trenzas, túnica y está sentada. La otra tiene trenzas y está arrodillada ayudando a evacuar al niño. Para ello sostiene a la madre por detrás, para facilitar el parto. Estas botellas escultóricas presentan el tránsito desde el interior del útero materno, desde el mundo húmedo y oscuro, al mundo exterior.

Ancestros Salinar

En sociedades como las del antiguo Perú, la fertilidad de la tierra es esencial para asegurar la reproducción social. Los muertos, habitantes del mundo de abajo, deben seguir siendo fértiles y deben fecundar la tierra, y para ello los seres humanos deben propiciar esa cualidad a través de sus rituales. Por ello, los objetos que son ofrendas funerarias cargan este tipo de mensajes para el “mundo de abajo”
Esta botella escultórica Salinar representa a una pareja, el hombre abraza a la mujer y la mujer toca los genitales del hombre. Esta escena parece referirse a la propiciación de la función fertilizadora del personaje masculino, quizás por tratarse de una representación de una pareja ancestral de la sociedad Salinar de la costa norte del Perú.
En una gran cantidad de escenas escultóricas, los muertos son mostrados como seres activos sexualmente, interactuando entre ellos y también con los vivos. Las actividades sexuales en las cuales están involucrados los muertos son no-procreativas. La finalidad de estas acciones no es la fecundación, sino la emisión de semen, que es el líquido que fertiliza, y que debe ser ofrecido a la tierra, donde precisamente habitan los muertos. Hombres y mujeres vivos también realizan actos sexuales que no llevan a la fecundación, como masturbaciones, felaciones y sexo anal. Este tipo de interacción sexual vincula simbólicamente al mundo de los vivos con el mundo de los muertos.

Vaso luchas Ai Apaec

Este es un gran vaso de cerámica con paredes abiertas, en cuyo interior se pintaron diversos episodios del ciclo del héroe mitológico mochica Ai Apaec. Los dibujos que se encuentran en este vaso corresponden a 5 grupos de personajes involucrados en diferentes acciones. Uno de estos grupos está formado por 3 personajes que visten camisas con diseños escalonados, que tienen el cabello descubierto, y no llevan ningún tocado de cabeza. Dos de ellos tocan antaras y el tercero toca el tambor o tinya. La antara, instrumento que en el área andina por lo general se toca en pares, hace referencia al vínculo entre mundos, estaciones y fuerzas. La tinya se toca en contextos de propiciación y celebración agrícolas. Estos personajes músicos parecen jóvenes versiones del héroe Ai Apaec. En los otros 4 conjuntos participa Ai Apaec, reconocible por su camisa con motivo escalonado. Estos cuatro episodios de la saga de Ai Apaec corresponden a su ingreso al mundo de los ancestros.