jueves, 23 de enero de 2014

Imagen y materia: La Colección Masaveu en Madrid


Dentro de la serie de muestras que ha emprendido CentroCentro Cibeles, titulada “Mecenazgo al servicio del arte”, la exposición de la Colección Masaveu resultaba inexcusable. Representa un caso paradigmático de un modo de coleccionar del empresario español en los siglos XIX y XX, alternativo al coleccionismo nobiliario desde el Renacimiento. La calidad, número y heterogeneidad de sus fondos sitúan a la Colección Masaveu por derecho propio entre las mejores de España. La componen alrededor de 1500 piezas de excepcional categoría, que abarcan desde el siglo XII hasta la actualidad. 

Francisco de Zurbarán. Santa Catalina.
Ca. 1640 óleo sobre lienzo
Con esta exposición la Fundación Mª Cristina Masaveu Peterson trae a Madrid siete siglos de arte cuya esencia es la pintura, pero también destacan esculturas, muebles, tapices y un sinnúmero de piezas de artes decorativas y suntuarias en la Colección. Nacida y ampliada a lo largo de tres generaciones por la familia Masaveu, refleja el gusto de sus propietarios por el arte. Inicialmente centrada en la pintura y artes decorativas medievales y renacentistas, los intereses se fueron extendiendo hacia las manifestaciones artísticas de los siglos posteriores hasta culminar en el siglo XX, con los grandes nombres del arte contemporáneo. 

La muestra reúne pinturas y esculturas que por su variedad de formatos, heterogeneidad de procedencias y extraordinaria calidad, permite crear un auténtico museo temporal de la imagen entre el Románico y la Ilustración, hasta ahora nunca expuesto. Algunas de las obras no han sido exhibidas desde hace más de una generación y aunque muchas han concurrido a exposiciones temporales, esta es la primera oportunidad de contemplar reunidas tantas obras y de tal calidad de los fondos de la Colección.

El Greco. El Expolio de Cristo.
Ca 1577-1579 óleo sobre tabla
El Comisario de la exposición, Angel Aterido,  explica los criterios seguidos para su realizacion: “Se presenta una selección de las piezas más importantes del núcleo inicial de la colección, enfocado a las artes figurativas desde la Edad Media hasta el inicio de la Edad Contemporánea. Fundamentalmente se trata de obras españolas aunque incluye también excepcionales muestras de procedencia italiana y flamenca. Siguiendo una disposición cronológica la muestra ofrece un recorrido por el tiempo y el arte a través de piezas de gran valor, tanto por su impacto visual como por su significación histórica. Debido al ambiente cultural e ideológico en el que fueron creadas se trata en su mayoría de pinturas y sculturas de tema religioso. Esto permite apreciar la evolución en la forma de presentar estos contenidos, su diversa plasmación artística y la adaptación de su mensaje a lo largo de los siglos. Por ello se ha escogido como argumento para su presentación la materia en la que están hechas las imágenes. Al tiempo que las formas de expresión cambian, así los diversos materiales fueron determinando la apariencia y las características físicas de estos magníficos artefactos visuales. Su presentación conjunta invita a establecer diálogos y nuevas relaciones entre los testigos de un tiempo detenido. Se trata de obras que también son reflejo del gusto y el afán coleccionista de quienes las reunieron”. 

El recorrido propuesto sigue como hilo conductor los cambios en los materiales y procedimientos artísticos en el transcurrir de siete siglos. Mostrado con excelentes piezas tanto de maestros anónimos como de consagrados artistas conocidos del gran público. A lo largo de tres secciones se exhiben obras, algunas nunca presentadas en público, de pintores fundamentales del arte en España como El Greco, Zurbarán, Ribera, Murillo o Alonso Cano. Pero también de obras de artistas europeos como Matthis Gerung, El Bosco o Joos van Cleve el Viejo.

Anónimo Leonés. Descendimiento. Ca 1115-1120.
Relieve en marfil. 
La primera sección, "De madera y oro" se refiere a los periodos Románico y Gótico. Entre la Edad Media y los albores del Renacimiento, la madera servía de soporte preferente a las imágenes. En tablas y tallas los artistas transformaron la leñosa consistencia vegetal en la apariencia de Cristo, la Virgen o los santos. En un tiempo en el que las representaciones se reservaban para el culto, el oro dotaba de una luz sobrenatural a muchas imágenes de la divinidad. Fue incorporado como elemento de fuerte significado simbólico. En esta sección ambos materiales son los predominantes, con la única excepción de la pieza más antigua, con la que arranca el recorrido: una pequeña plaza de marfil del taller real de San Isidoro de León.

En la segunda sección, titulada "Entre el Gótico y el Renacimiento" se ilustra la convivencia, que se produjo en la frontera de los siglos XV y XVI, de las formas y materiales medievales con una nueva estética inspirada en la antigüedad clásica. Mientras que la madera se mantuvo como soporte preferente de la pintura, hasta bien entrado el Renacimiento, el oro fue cediendo paso paulatinamente. En el caso español, los elementos góticos perviven más allá de la cronología tradicional determinada por el modelo italiano. Esto provocó la coexistencia de ambas líneas en paralelo, pero también la creación de interesantes fusiones según el origen y la trayectoria de los artistas. En la Colección Masaveu se conservan ejemplos muy significativos de importantes maestros de ese momento de la pintura, en torno a 1500, en Castilla y la Corona de Aragón. Como contrapunto, facilitando la comparación con el modelo de Renacimiento del norte de Europa, se presenta una exquisita selección de pinturas flamencas y alemanas.
Mathias Gerung. El campamento de Holofernes. 1538. Oleo sobre tabla.

Finalmente, la sección "El triunfo del lienzo"  pone de manifiesto como la pintura de caballete, utilizando el lienzo como soporte, triunfa durante los siglos del Barroco.  En ese momento el auge del coleccionismo acabó por desbordar el inicial sentido de muchas imágenes religiosas estimándose en ellas sus valores artísticos. La Colección Masaveu reúne obras de ambos tipos, seleccionándose para esta sección un conjunto concentrado en la pintura del siglo XVII, con piezas de los siglos XVIII y XIX que comparten el mismo espíritu. Especialmente intenso es el arranque, con obras naturalistas italianas y españolas que son testimonios de diferentes vías por las que se llegó a esta visión tan  cercana de la realidad. Orrente, Cavarozzi, Vicente Carducho y José de Ribera abren paso a la personal obra de Francisco de Zurbarán, quien recoge el violento contraste de luces de los seguidores de Caravaggio.
Bartolomé Esteban Murillo.Virgen con el Niño.
Ca. 1660-1665 óleo sobre lienzo