martes, 19 de junio de 2012

En los confines del Sistema Solar



Hace unos pocos días el JPL de la NASA ha publicado la noticia de la llegada de la nave Voyager I a los límites exteriores del Sistema Solar. Los datos recientemente recibidos desde la sonda constatan un incremento significativo de las partículas cargadas. Este hecho es interpretado como consecuencia de la exposición del ingenio a los rayos cósmicos procedentes de otras estrellas de la galaxia.

Nuestro Sol emite una corriente de partículas cargadas que forman una especie de burbuja alrededor de nuestro sistema solar conocida como heliosfera. El viento solar viaja a velocidades supersónicas hasta el cruce con una onda de choque llamado choque de terminación. Voyager 1 alcanzó este límite en diciembre de 2004 y  Voyager 2 lo hizo en agosto de 2007. Tras el choque de terminación hay una zona, conocida como la heliopausa,  donde el viento solar se ralentiza drásticamente y se calienta. Mas allá su encuentra un espacio, dominado por el viento interestelar, que es donde se supone acaba de entrar Voyager 1.


Ahora los científicos esperan nuevos síntomas de que la sonda cruza la frontera imaginaria de nuestro sistema, tales como un cambio en las fuerzas gravitatorias y magnéticas. "Las leyes de la física dicen que algún día la 'Voyager' se convertirá en el primer objeto fabricado por humanos que entre en el espacio interestelar, pero aún no sabemos exactamente cuándo será", ha reconocido Ed Stone, del Instituto Tecnológico de California. "Los últimos datos indican que estamos claramente en una nueva región en la que las cosas cambian más rápidamente. Es apasionante. Estamos acercándonos a la frontera del Sistema Solar".

La nave Voyager 1 y su hermana gemela,  Voyager 2 fueron lanzadas al espacio en 1977  con el objetivo de explorar el Sistema Solar. En estos momentos, la 'Voyager 1' se encuentra a unos 18.000 millones de kilómetros del Sol y se desplaza a 17 kilómetros por segundo. Los datos que emite tardan ya 16 horas y 38 minutos en llegar a la Tierra. Entre las dos han explorado los planetas gigantes de nuestro sistema: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, así como 48 de sus satélites. Las baterías de plutonio de las sondas están diseñadas para funcionar hasta 2025. A partir de esa fecha dejarán de transmitir a la Tierra, pero continuarán su viaje hacia otras estrellas de la Vía Láctea.

Ambas llevan un saludo de la Humanidad dirigido a una hipotética inteligencia extraterrestre que en teoría fuera capaz de descifrar una grabación de un disco de cobre con sonidos e imágenes de la vida y la cultura terrestres seleccionados por un comité de científicos e intelectuales presidido por CarlSagan. En este enlace se puede consultar el contenido del mensaje de la humanidad a otros seres extraterrestres incluido en el Voyager.

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